Con más de 30 años de trayectoria audiovisual, cerca de 300 programas, series y montajes de teatro, un Premio Nacional de Televisión y 13 Premios Ondas, Andreu Buenafuente se ha convertido en uno de los grandes referentes de la radio y televisión en España. La clave de su éxito tiene un hilo conductor: el humor, que nos ayuda a conectar con los demás.
Cuando busca el origen de esa capacidad para hacer reír, Buenafuente recuerda la alegría innata que vivió en su familia, con un padre capaz de animar cualquier reunión y una madre de fina ironía. Su primer programa de televisión ficticio, sin cámaras, fue la fiesta de instituto de 3º de BUP que organizó y convirtió en su primer late night, con un público formado por profesores, padres y alumnos entregados a su vis cómica.
El célebre presentador de televisión, cómico y productor reflexiona en este vídeo de Mejor Conectados sobre la importancia del humor para salir casi de cualquier situación, relacionarse con uno mismo y con los demás. “El humor no conoce ni límites, ni situaciones idóneas. Es un estado de ánimo, es una reacción, es química pura, algo que no puedes controlar, ahí está su grandeza y su potencia. Este es un país que sabe reírse de todo. Eso es un valor que tenemos en esta sociedad. España es un país divertido y no deberíamos olvidarlo”, afirma Buenafuente.
Los aprendizajes de vida que se comparten en #MejorConectados, un espacio que quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles, suman a los testimonios inspiradores de los protagonistas de la plataforma de Telefónica. Grandes iconos de ciencia y la gastronomía, como Ferran Adrià; del deporte, como Rafa Nadal, Pedro Delgado o Teresa Perales, se suman en esta plataforma a las experiencias y vivencias compartidas por ciudadanos anónimos sobre el esfuerzo, el talento, la superación y el poder de las conexiones humanas.
La risa como antídoto
En tiempos de incertidumbre y trauma mundial, asegura Buenafuente, el humor se ha convertido en una salida de escape. Y esto es algo que siempre ha transmitido a su equipo, familiares y amigos. Su trayectoria, desde que comenzó en Radio Popular de Reus en los años 80 y que después ha desarrollado en la productora El Terrat, también ha experimentado momentos de éxito y de tensión, que alivia aferrándose a su optimismo.
“En esta época, en la que han pasado muchas cosas y casi ninguna buena, creo que hay mayor demanda de comedia. El humor destensa, el humor suaviza y ayuda a quitar gravedad. A veces justificada y a veces inventada por la mente humana, que es capaz de lo mejor y también de lo peor”, reflexiona el presentador.
Liderar es muy complicado, pero el humor es un elemento más: respeto a tus compañeros y normalidad, nunca gravedad. Por gastar una broma a tu compañero no pierdes credibilidad. Un equipo sin humor es un equipo abocado a cierto fracaso
Andreu Buenafuente
Durante el confinamiento, en alguna entrevista desde su casa, Buenafuente confesó que no podía concentrarse en los libros. Sin embargo, la música -que junto a la pintura son dos de sus grandes hobbies– le acompañó en los momentos más difíciles. También las conexiones en directo con amigos le permitieron buscar el lado cómico donde no lo había. En cada programa, entrevista y podcast posterior a esta época mantiene esa visión optimista, a pesar de saber que la crisis no ha acabado.
“La comedia es esa pequeña aldea gala en la que se cuenta la vida sin tanta impostura. Y a pesar de que tú ves bromas, sátiras, parodia de la actualidad, quizá empezamos a ser los más serios contando lo que pasa. Me parece un contrasentido y un mal momento de la sociedad, pero si me ha tocado, maravilloso. Yo escucho más y entiendo más las cosas con cómicos que, a veces, con los pretendidos, serios y grandes narradores de este mundo”, afirma Buenafuente.
¿Cómo afrontar un día gris o una mala racha? El cómico asegura que para sobrellevar un mal momento, uno de sus estímulos es entrar en plató. Maquillaje, luces, música, su equipo y el arranque con un sonoro “Buenas noches”. Como si fuera cierto. Con esto se carga de energía y olvida, aunque sea durante unas horas, de los problemas o tensiones que le preocupan.
Esta filosofía también la lleva a su trabajo, en el que emplea el humor como forma de mantener la conexión y un liderazgo amable con su equipo. El objetivo es crear un clima donde el talento pueda fluir. “Liderar es muy complicado, pero el humor es un elemento más: respeto a tus compañeros y normalidad, nunca gravedad. Por gastar una broma a tu compañero no pierdes credibilidad. Un equipo sin humor es un equipo abocado a cierto fracaso”, concluye.
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