El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo este lunes que el país vive “uno de sus mejores momentos” en medio de la convulsión política y social por la que atraviesa la región Latinoamericana.
“La gente pregunta por qué en El Salvador no hay convulsión (política) a diferencia de otros países (de la región), y yo les digo que es porque la gente se siente representada y, además, hay un alto nivel de confianza de la empresa privada”, dijo el mandatario durante su participación en el Encuentro Nacional de la Empresa Privada 2019 (ENADE).
Bukele se refirió a la crisis de Nicaragua, Honduras, Chile, Perú Bolivia, Ecuador y Venezuela, y dijo que, a diferencia de estos países, “El Salvador tiene un Gobierno legítimo, que respeta a la democracia y a los ciudadanos”.
“En Nicaragua ya sabemos el tipo de gobernante que hay, en Venezuela la gente no puede comprar ni un cartón de huevos con el salario de un mes y la crisis en Bolivia llevó a que el presidente (Evo Morales) saliera huyendo”, añadió.
El estallido latinoamericano, que ha dejado muchos muertos y heridos, se une a la actual protesta global con características propias: denuncia de una escandalosa desigualdad, estancamiento económico y descrédito del sistema democrático.
“No es un panorama esperanzador, por lo menos a medio plazo”, afirmó a Efe la politóloga y expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla, que considera que no debe sorprendernos la agitación en las calles.
La reciente publicación del Barómetro de las Américas reveló que solo el 57,7 % de los ciudadanos de la región apoyan la democracia como mejor forma de gobierno, una cifra que ha disminuido 10 puntos en los últimos seis años. Ante esta situación crítica que puede contagiar, aún más, a parte del continente, los analistas se preguntan con preocupación ¿hacia dónde va Latinoamérica?
Las protestas sociales en América Latina también han devuelto a las calles a las Fuerzas Militares que durante años han permanecido casi al margen de las crisis políticas de la región.