Buscan dignificar en Veracruz la memoria de los desaparecidos

Colectivos de búsqueda de personas y el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia recopilaron 283 testimonios sobre desaparición de personas en el estado, como una forma de denuncia y, a la vez, de reparación colectiva.

A partir del testimonio de familiares de personas desaparecidas en Veracruz, el proyecto Dignificando la Memoria realiza un mapa del delito en el estado, con esas voces que van delineando las características de las víctimas y las circunstancias en que se ejecutó su desaparición.

Integrantes de colectivos de búsqueda de personas, el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas participan en esta iniciativa, que consistió en recopilar en video 283 testimonios sobre la desaparición de personas en Veracruz, como una forma de denuncia y, a la vez, de reparación colectiva.

En breves videos presentados este miércoles a través de las redes, los familiares narran los hechos; son mujeres en su mayoría: madres, hijas, esposas o hermanas de desaparecidos. Los testimonios se van sumando, coinciden en muchos detalles, pero sobre todo en la falta de respuestas, de justicia.

La cifra oficial de personas desaparecidas en México es de más de 63 mil, y Veracruz es uno de los estados donde el delito ha sido más constante, según los colectivos y activistas.

El propósito del proyecto es conocer el pasado reciente, buscar justicia para estas personas y evitar que el delito de desaparición continúe en Veracruz.

 

Contexto de violencia

Los testimonios fueron recogidos en seis regiones en donde los colectivos tienen más presencia, Poza Rica, Xalapa, Cardel, Veracruz, Córdoba-Orizaba y Coatzacoalcos. Y, además del trabajo audiovisual, se realizó a partir de las declaraciones un análisis sobre las circunstancias en que sucedieron las desapariciones.

“Veracruz es uno de los estados donde esta práctica ha venido sucediendo más o menos desde el año 2010”, dice el informe Dignificando la memoria. La desaparición de personas en el Estado de Veracruz. “Las cifras en el estado son inciertas, pues varían según las fuentes”.

De acuerdo con declaraciones del exfiscal general de esa entidad Jorge Winkler, para agosto de 2017, se tenían registrados 3 mil 600 casos, pero conforme lo expresado por el excomisionado estatal de Búsqueda, Geiser Manuel Caso Molinari, para marzo de 2019, la entidad a su cargo no contaba con registros oficiales; según los colectivos, podrían ascender hasta 20 mil.

 

 

“Las personas que han proporcionado su testimonio han sido capaces de alzar la voz y tejer una memoria colectiva que perdurará para la posteridad, manteniendo así viva la llama de la búsqueda de sus seres queridos”, señalan en el informe.

Según la investigación realizada a partir de los testimonios, en Veracruz las desapariciones vinieron sucediendo desde los últimos años del gobierno de Fidel Herrera (2010), pero fue durante el gobierno de Javier Duarte (2010-2016), cuando alcanzaron su punto más alto, manteniéndose hasta la actualidad.

“En 2018, siguiendo con esta labor de apoyo a iniciativas legislativas, acompañamiento a familiares de personas desaparecidas, así como seguimiento de casos de víctimas de este delito, nos embarcamos en un ambicioso proyecto cuya finalidad es proporcionar un espacio para escuchar las voces de los familiares de las víctimas y, a partir de allí, tejer una historia colectiva”, señala el documento.

El proyecto pretende ser un ejercicio para recuperar de manera sistemática y homogénea más de 280 casos de desapariciones ya sean forzadas o cometidas por particulares, y con esta información elaborar dos análisis: El contexto de la violencia en Veracruz y la evolución de las organizaciones criminales en dicha entidad, reunir mayores datos sobre las desapariciones desde la perspectiva de quienes directamente sufren ese flagelo, explican.

 

 

Mapa del delito y la impunidad

La recopilación de historias fue entre el 9 de noviembre de 2018 al 21 de mayo de 2019, fecha en que se obtuvo el último testimonio.

Para esta labor, se conformó un equipo especial con activistas de derechos humanos, acompañantes de colectivos de familiares de personas desaparecidas, personas defensoras de la tierra y el territorio, comunicadores y comunicadoras, personas defensoras de los derechos humanos de las mujeres y profesionales en atención a la salud mental con experiencia en el ámbito privado e institucional.

“Esta investigación, responde a una medida de reparación colectiva por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) a solicitud de colectivos provenientes del estado de Veracruz. Constituye un esfuerzo por rescatar las voces de los familiares de las personas desaparecidas y colocarlas bajo los reflectores de la opinión pública, brindándoles el reconocimiento necesario, a fin de recordar al Estado y a la sociedad que sus seres queridos aún se encuentran ausentes y que sus reclamos de verdad, justicia y reparación siguen siendo legítimos”.

De las declaraciones recogidas, se desprende que el 86% de los desaparecidos son hombres, el 11% son mujeres; que en el caso de los varones, la mayoría, un 80%, tenía entre 18 y 44 años, con una escolaridad de secundaria, prepa o carrera técnica.

Casi la mitad de las desapariciones fueron cometidos en lugares públicos, frente a testigos, y en la misma proporción las desapariciones fueron colectivas.

 

Brigada de búsqueda de desaparecidos.

 

La desaparición de mujeres también se ha llevado a cabo de manera colectiva y puede estar asociada con redes de trata o a otros propósitos asociados con el crimen organizado en colusión con funcionarios públicos, aseguran.

“Mi hija fue invitada a un evento a Actopan, Veracruz, junto con otras jóvenes más. Son 13 jóvenes desaparecidas aquí en Xalapa, todas eran amigas en común… Ellas no regresan de ese evento. Ninguna de ellas regresa y hasta la fecha no sabemos de su paradero. Y ese evento fue o tengo entendido que las invitaron a cubrir un evento de funcionarios públicos”, señala uno de los testimonios.

En cuanto a los presuntos culpables, el 44% de los casos fue cometido por policía estatal y alrededor del 17%, por policías municipales. Las fuerzas armadas, Ejército y Marina, son señaladas en casi el 9%.

Otra de la información recurrente es sobre la presencia de grupos delincuenciales en la entidad.

 

 

Historia oral del dolor

“Estaba cenando tacos y terminando ya se iba para la casa. Fue la última vez que se escuchó su voz diciendo que ya iba en camino”; “Se desapareció en el campo de fútbol… llegaron los personajes y lo levantaron”; “Fue sacado de la casa de su novia… él salió, de repente regresó corriendo y cuando vieron, dos hombres sacaron armas y empezaron a disparar hacia adentro y dicen que mi hijo corrió y ella también, todos asustados… se lo llevaron”; “Llegaron unas personas como a las dos de la mañana, en camioneta, bien armadas, golpeaban la puerta bien fuerte. Nosotros estábamos durmiendo, salimos espantados a ver qué personas eran. Nos dijeron que eran policías judiciales que traían una orden de cateo. Yo abro la puerta, me tiran al suelo a mí y a mi esposo y entran muchas personas. Se llevan a mi esposo, a mi hijo y a mi yerno. Y pues yo gritaba que no se lo llevaran, a mí me golpearon, me dejaron la cara toda moreteada, me pegaron dos patadas en la cara. Mis hijos lloraban porque se los llevaban. Se los llevaron y a mi yerno lo regresaron al otro día, a él le dieron un teléfono porque con él se iban a comunicar para pedir el rescate”, narran los familiares en los videos.


Por la magnitud de las cifras, dicen los investigadores, el proyecto es un primer acercamiento al tema de la desaparición de personas en Veracruz, un primer pincelazo de una realidad que le duele al país, un tema que debe ser profundizado.
Sin embargo, destacan que también es un buen primer ejercicio para explicar la impunidad histórica y moral que, por un lado, ha tratado de invisibilizar la perpetración del delito en el estado y, por el otro, ha intentado por todos los medios de criminalizar a las víctimas de este flagelo.

En este proyecto, la organización Data Cívica creó una aplicación tecnológica que fue fundamental para la recopilación de historias orales, una herramienta que quedará a disposición de cualquier persona, colectivo u organización para que puedan documentar su caso o algún otro que sea de su interés.

Otra finalidad es que el mosaico de testimonios continúe alimentándose para constituir y desarrollar una historia lo más amplia posible a través de la aplicación en www.ceav.gob.mx y www.imdhd.org.

 




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