“Alejandro Díaz de León aseveró que es apresurado estimar cuándo volverá la economía mexicana a los niveles previos a la pandemia, luego del desplome del segundo trimestre del año”, destaca Excélsior.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, aseveró que es apresurado estimar cuándo volverá la economía mexicana a los niveles previos a la pandemia, luego del desplome del segundo trimestre del año. El PIB cayó 17.1% entre abril y junio, su peor contracción histórica, de acuerdo con datos del Inegi. Durante la presentación del informe trimestral, Díaz de León explicó que, debido a la incertidumbre sobre los efectos del brote, los pronósticos del banco central para el cierre de 2020 y 2021 no se basan en un escenario único, sino en tres alternativos: en “V”, en “V profunda” y en “U”. “No identificamos una probabilidad marcadamente superior de un escenario sobre otro”, dijo el jefe de Banxico. Sea lo que esto signifique, la responsabilidad es de todos. ¡A remontar la economía!”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“La memoria de Napoleón Gómez Urrutia parece tener un pequeño hueco del tamaño de una mina. Resulta que el senador anda presumiendo con bombo y platillo que –luego de 12 años de juicio– logró ser reconocido como trabajador minero de Mineria Mexicana La Ciénega. El laudo inclusive obliga a la empresa de Grupo Peñoles a pagarle al morenista salarios caídos ¡desde 2008! Sin embargo, a Gómez Urrutia se le olvida contar una parte de la historia: que ese ‘empleo’ le fue regalado por su padre, Napoleón Gómez Sada, para convertirlo en su heredero en el sindicato minero”.
“La Feria” de Salvador Camarena, en El Financiero:
“Porque lo que ocurre en Liconsa lleva meses emitiendo señales de alarma y nadie, y menos que nadie Palacio, ha puesto atención al tema. Una de esas tempranas señales de alerta ocurrió en diciembre, cuando se informó que las pérdidas de Segalmex, es decir de la fusión de Diconsa y Liconsa, entre enero y octubre de 2019 fueron 37% más que las de similar lapso de 2018. Y en concreto ‘Liconsa registró ingresos por poco más de cinco mil millones de pesos y gastos por 9,267 millones, con lo cual la pérdida operativa fue de 4,258 millones de pesos. Es decir, para facturar un peso, Liconsa gastó 1.85 pesos’. De entonces a la fecha se han publicado varias columnas que mencionan irregularidades y la salida del que fuera director de Finanzas, René Gavira Segestre, en junio pasado”.
“Trascendió” en Milenio:
“Las dosis de vacuna contra influenza empezaron a llegar esta semana a México para finalizar el proceso de empacado y etiquetado a cargo de Birmex, que dirige Carlos Rello. Una vez concluida la producción, se avanzará a la fase final de verificación por Cofepris, ahora responsabilidad de Hugo López-Gatell, y finalmente la distribución a los centros de salud de todo el país en octubre. Una buena noticia en medio de la emergencia”.