El número de clientes en España de la nueva CaixaBank, tras su fusión con Bankia, se situará en alrededor de 20 millones, con más de 330.000 millones de euros en depósitos y una cuota de mercado en este segmento del 24%, la mayor del país a distancia considerable de Banco Santander, la segunda entidad con 250.000 millones. Pero, con la integración, los clientes simultáneos, tendrán menos blindaje por parte del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Al ser una única entidad, el importe asegurado máximo pasará de 200.000 a 100.000 euros. Deberán ser avisados.
La fusión de CaixaBank y Bankia, cuyo cierre está previsto para este mes, a la espera de que todas las autorizaciones regulatorias pertinentes lleguen a tiempo, creará la mayor entidad financiera española con unos 660.000 millones en activos. Será, de largo, la primera en depósitos y en crédito, con casi una cuarta parte del total en cuanto a cuota de mercado en ambas áreas. El plan de sinergias está negro sobre blanco, con 290 millones de euros en ingresos para 2025 y 770 millones en costes dos años antes.
El número conjunto de clientes será de unos 20 millones. El banco que pilota Gonzalo Gortázar cuenta con unos 15,2 millones y el que preside José Ignacio Goirigolzarri, unos 7,4 millones, según los últimos documentos disponibles de la entidades. De estas cifras saldrían unos 2,6 millones duplicados pero este número es muy provisional, a falta de que se unifiquen los sistemas informáticos. Una vez que se consume la operación, el FGD solo se aplicará a la resultante.
“Si se diera el hecho de que tuviéramos una cuenta o un depósito en cada uno de los bancos implicados [en una fusión], la garantía de 100.000 euros por titular y entidad se reduciría (uno de los bancos desaparece y por tanto el FGD no le aplica), lo que siempre debemos valorar si nuestro saldo total supera ese límite”, señala el Banco de España en su portal del cliente bancario.
Los 100.000 euros están asegurados por cliente y entidad, de manera que una cuenta con dos titulares supondrá para ambos un blindaje de 200.000 euros, según se reguló en 2011, después de que estallara la crisis financiera de 2008. Entonces, se homologó en toda la UE el nivel de protección de los depósitos para los clientes al subirlo desde los 20.000 euros hasta la cuantía actual, debido a los problemas de supervivencia de algunas entidades y la incertidumbre que generó en la clientela.
Ni CaixaBank ni Bankia han establecido hasta el momento un umbral de cobro por los depósitos a los particulares, pero BBVA abrió esta veda a inicios de año para los saldos de más 100.000 euros sin ninguna vinculación. El banco que preside Carlos Torres les carga el 0,025% mensual (equivalente al 0,3% anual) al exceso de esa cantidad.
Usuarios finales
El número total de clientes finales de la nueva CaixaBank dependerá en todo caso de varios procesos, como la oferta de producto y el servicio, así como del cierre de oficinas y sus eventuales traspasos a otras entidades y de cómo quede configurada la estructura del área comercial. El número de empleados alcanzará, de entrada, las 51.500 personas, mientras que el de sucursales sumará 6.300.
Los analistas consultados ya apuntan a que estos números se verán rebajados tras la puesta en marcha de los planes para ahorrar costes. La nueva CaixaBank, que estará presidida por José Ignacio Goirigolzarri y pilotada como consejero delegado por Gonzalo Gortázar, tendrá presencia en 2.200 municipios, y en 290 de ellos será la única entidad, según sus propios documentos.
La reducción del importe máximo asegurado es una regla de oro que lleva aplicándose en todas las fusiones y que, por supuesto, también tendrá su efecto en la integración de Unicaja y Liberbank.
Más del 20% de la red se solapa
Sucursales. Barclays señala que aproximadamente el 23% de la actual red de oficinas de Bankia y CaixaBank se solapan considerando el código postal. Así, el departamento de análisis del banco británico señala que el margen de cierre de sucursales de la entidad fusionada es elevado. Esto podría aumentar el beneficio antes de impuestos del nuevo banco un 18% en 2022, de acuerdo a sus cálculos. Los analistas señalan que, asumiendo un reducción del 50% de los empleados por cada sucursal clausurada (en el punto de medio de su horquilla), los costes de reestructuración por esta cuestión podrían superar los 1.000 millones de euros. La buena noticia es que el ahorro anual alcanzaría los 500 millones de euros. Barclays apunta que la fusión de CaixaBank con Bankia hubiera sido la segunda más atractiva, después de la finalmente cancelada entre BBVA y Sabadell, donde el solapamiento de la red por código postal hubiera rozado el 30%.
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