CaixaBank y Bankia quieren tener ultimada su fusión antes de fin de año


Los consejos de CaixaBank y Bankia pretenden apurar los plazos y acelerar al máximo los trámites pertinentes con el fin de tener ultimada su fusión antes de finales de año, según confirmaron fuentes financieras. La operación, que daría lugar a la primera entidad en España, está aún en fase preliminar, pero está auspiciada por el Ministerio de Economia y el Gobierno, principal accionista de Bankia, entidad en la que atesora un 61% del capital.CaixaBank y Bankia barajan el domingo 13 de septiembre como fecha tentativa para la reunión de sus respectivos consejos de administración en la que adoptar una decisión fundada sobre la operación que alumbraría a la primera entidad en España (Santander y BBVA tienen más negocio en el exterior), informaron a Europa Press en fuentes del sector. Aunque los consejos de administración de CaixaBank y Bankia aún no han sido convocados formalmente para el domingo 13, se trata de una de las fechas que más probabilidades tiene, dado el interés de ambas entidades por acelerar los procesos al máximo para ultimar la fusión antes de final de año.Las entidades llevan meses negociando bajo la tutela del FROB, el organismo público de rescate que depende de Economía. Desde finales de junio se aceleraron las negociaciones tras constatar ambas entidades la dimensión de la crisis y la buena respuesta de la banca online, lo que les permitiría ganar rápidamente en eficiencia y conseguir los ahorros para generar sinergias. Las entidades están en plena fase de due diligence (auditoría legal), en la cual se intercambian información y tienen acceso a sus respectivos libros con el fin de afinar los números de la operación.Reunión el 13 de septiembreLos bancos han contratado ya a sus asesores. En el plano financiero, Caixabank cuenta con el asesoramiento de Morgan Stanley, con Deloitte como consultor y con Uría Menéndez como asesor legal. De su lado, Bankia tiene a Rotschild como asesor financiero, a EY como firma de servicios profesionales y a Garrigues como despacho.Una vez concluida este proceso de análisis y valoración interna, CaixaBank y Bankia definirán cómo queda finalmente la ecuación de canje de acciones, el organigrama y el reparto de poder interno, el plan de reducción de capacidad instalada —que cuantificará las sinergias y el ahorro de costes—-, el plan de negocio futuro, la sede social y el nombre de la entidad resultante. Fuentes financieras estiman que las sinergias ascenderían a unos 700 millones al año durante varios años, alrededor de unos 5.000 millones al final del periodo de consolidación.Según la ecuación de canje que se baraja, La Fundación La Caixa controlaría un 30% del grupo resultante de la fusión, mientras que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), bajaría su peso de casi el 62% actual al 14%.Con datos a cierre del jueves, la capitalización bursátil de CaixaBank ascaendía a 10.859 millones de euros, mientras que la de Bankia se situaba en 3.178 millones. Si se tomaran como referencia estos datos para la ecuación de canje, los accionistas de CaixaBank tendrían el 70% de la nueva entidad, y los de Bankia el resto.Acuerdo en el organigramaEn cuanto al organigrama, parece que las entidades se sentirían cómodas otorgando el sillón de presidencia a José Ignacio Goirigolzarri y el puesto de consejero delegado plenipotenciario a Gonzalo Gortázar. En el caso de José Sevilla, actual consejero delegado de Bankia, no se ha definido aún si tendría encaje en el nuevo organigrama, pero fuentes financieras explican que se le buscaría un hueco en el nuevo grupo. Goirigolzarri lideraría el nuevo banco porque su experiencia y prestigio como gestor bancario son bien vistos por la cúpula de la Fundación La Caixa, el principal accionista de CaixaBank.Respecto a la sede social, aunque ninguno de los dos se ha pronunciado aún al respecto, es previsible que la entidad resultante mantenga la sede en Valencia, donde la tienen actualmente ambos bancos.La fusión de CaixaBank y de Bankia, tercera y cuarta entidad por tamaño del sector financiero español, daría origen a un grupo con activos por importe de 660.000 millones de euros, unas 7.000 sucursales (4.400 la entidad de origen catalán y más de 2.200 la entidad nacionalizada) y una plantilla conjunta superior a los 51.000 empleados (casi 35.600 CaixaBank y unos 16.000 Bankia), lo que propiciaría significativas sinergias.Desde el ámbito de la solvencia, ambos se sitúan en los puestos de cabeza de los bancos cotizados españoles, con una ratio de CET1 del 13,27% en Bankia y del 12,3% en CaixaBank, con lo que la nueva entidad estaría entre los bancos españoles más solventes.Juntas extraordinarias de accionistasSi la operación sigue adelante, y una vez que los respectivos consejos de administración dieran el visto bueno a la fusión, CaixaBank y Bankia convocarían sendas juntas extraordinarias antes de finales de año para obtener la luz verde de los accionistas.En cuanto a las autorizaciones, y dada su presencia mayoritaria en España —CaixaBank es la única de las dos que tiene presencia en el exterior, concretamente en Portugal— es muy probable que ambas entidades notifiquen la operación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en lugar de remitirla a Bruselas.La Ley de Defensa de la Competencia plantea el procedimiento de control de concentraciones en dos fases. En la primera, que durará un máximo de un mes, se analizará la operación, y el consejo del organismo presidido por Cani Fernández decidirá si la operación debe ser autorizada (con o sin compromisos) o, si por el contrario, exige un análisis más detallado.La mayoría de operaciones se aprueban en esta fase. En 2016, se resolvieron 102 operaciones de concentración, de las que 96 fueron autorizadas en primera fase sin compromisos y 5 con compromisos.Si se detectan problemas de competencia que requieren un mayor análisis, se pondría en marcha una segunda fase, con un análisis más minucioso todavía que incluye la consulta a terceros interesados. El consejo de la CNMC decide si la concentración debe ser autorizada sin más o si requiere que se apruebe sujeta a los compromisos que propone el comprador para que le autoricen su operación.En el caso de que los compromisos no fueran suficientes para resolver los problemas de competencia identificados, el consejo puede imponer condiciones que complementen o, incluso, que sustituyan los compromisos propuestos por el comprador.Dado el solapamiento de parte de su red de oficinas (unas 1.400 están en el mismo distrito postal) tanto CaixaBank como Bankia son conscientes de que Competencia puede imponerles un repliegue en determinadas regiones donde cuentan con fuerte presencia (caso de Madrid o Comunidad Valenciana) por lo que el plan de compromisos presentado incorporaría esa eventualidad.La operación permitiría al Gobierno además recuperar parte de las ayudas percibidas en el rescate de Bankia, que superan los 24.000 millones de euros, de los que hasta la fecha ha recuperado solo unos 3.000 millones a través de dos procesos de venta parcial y vía dividendos.


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