En España hay multitud de rincones mágicos que bien merecen una visita, así que si estás pensando en hacer una escapada con tu familia o amigos, seguro que te cuesta decantarte por uno de ellos. Pues bien, queremos proponerte un pueblo que forma parte de la asociación «Los Pueblos Más Bonitos de España» por su belleza e importancia de su patrimonio histórico. Paseando por sus calles centenarias te sentirás como si hubieras hecho un viaje en el tiempo.
Se trata de Albarracín, una localidad de la provincia de Aragón con una población de 1.000 habitantes. Por su pequeño tamaño, se puede visitar perfectamente en un día, aunque también puedes quedarte a dormir y aprovechar para hacer una ruta de senderismo al día siguiente.
¿Qué ver en Albarracín?
La calle De Santiago no es solo una de las más bonitas del municipio, sino también una de las más importantes. Aquí se encuentra la Casa de la Julianeta, que en la actualidad alberga un taller de artistas.
El Alcázar es una visita obligada en Albarracín. Se trata de una fortificación situada dentro del casco histórico cuyo origen se remonta al siglo XVI. Está considerado como Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artístico.
El templo religioso más importante de Albarracín es la Catedral del Salvador. Fue construida en el siglo XII sobre los restos de una antigua iglesia románica. Si quieres visitar el interior, debes contactar previamente con la Oficina de Turismo.
Frente a la Catedral del Salvador se encuentra uno de los edificios más curiosos del pueblo: la biblioteca de Albarracín, suspendida en el aire entre dos edificios.
Si quieres conocer de primera mano la historia de la localidad, el Museo de Albarracín merece mucho la pena. Alberga objetos de un amplio abanico de épocas, desde la Edad Media hasta la contemporaneidad.
Una de las mejores cosas que hacer en Albarracín es recorrer el paseo fluvial del Guadalaviar. Una ruta de dificultad baja y de aproximadamente dos horas de duración. El itinerario es de 1,6 kilómetros por el perímetro de Albarracín.
Murallas
El pueblo está completamente rodeado de murallas, formando el conocido como Conjunto Histórico-Monumental de la Ciudad de Albarracín.
El primer recinto amurallado, que corresponde a la época musulmana, tiene una puerta de acceso muy cerca de la Plaza Mayor. El segundo recinto amurallado, más grande que el anterior, fue reforzado con almenas y torres para mejorar la defensa de la ciudad. Desde lo alto de las murallas, hay unas vistas increíbles del casco antiguo y el río Guadalaviar.
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