Calviño fija los cuatro puntos que tiene que cerrar el Gobierno para avanzar en la reforma laboral

Las vicepresidentas del gobierno de Economía, Nadia Calviño, y Trabajo, Yolanda Díaz, durante la XXXII Cumbre Hispano-Portuguesa que se celebró este jueves en la localidad cacereña de Trujillo.
Las vicepresidentas del gobierno de Economía, Nadia Calviño, y Trabajo, Yolanda Díaz, durante la XXXII Cumbre Hispano-Portuguesa que se celebró este jueves en la localidad cacereña de Trujillo.Chema Moya (EFE)

Hasta ahora el Gobierno insistía en que no hay problemas de contenido en la reforma laboral, pero ya se empieza a ver claro que habrá algunos asuntos donde la negociación interna será muy intensa antes de poder avanzar. El martes hay una reunión presidida por Pedro Sánchez con Nadia Calviño y Yolanda Díaz, las dos vicepresidentas claves en la pugna, y la responsable del Ministerio de Economía ha avanzado este sábado en Roma, donde participa en el G-20, cuáles son los asuntos más relevantes que habrá que negociar en toda esta “fase decisiva” de la reforma laboral, y que suponen el corazón de la reforma.

¿Está ya resuelta la crisis de Gobierno?, le preguntaron a Calviño. “Yo no utilizaría esos términos. Hemos estado viendo la coordinación para asegurarnos de que el Gobierno tiene una posición única y habla con una sola voz ahora que entramos en la fase decisiva de la reforma laboral. Se trata de una negociación en la que se van a tratar cuatro temas fundamentales”, ha explicado la vicepresidenta. Estos son los más delicados y en los que el choque entre patronal y sindicatos es más fuerte. Y también, aparentemente, en los que las posiciones entre Trabajo y Economía están más alejadas, porque en realidad no ha habido aún un intercambio formal de papeles que permita hablar de diferencias claras, más bien se trata de conversaciones informales que muestran esa distancia. Fuentes de Economía señalan que la vicepresidenta no se está refiriendo en ningún momento a una negociación con Díaz, sino a la que hay que hacer con los agentes sociales en esta recta final y que ya llevaba siete meses en marcha.

Los cuatro temas clave, según Calviño, son los siguientes: el primero, la “simplificación de contratos y reducción de la temporalidad, que es excesiva”. El segundo, la “adecuada regulación de las subcontratas”. El tercero ―y tal vez el más conflictivo―, “un reequilibrio de las partes en el ámbito de la negociación colectiva”. Y, por último, “el establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad, en línea con la experiencia positiva de los ERTE; para que el ajuste no se produzca con intensas destrucciones de empleo como en crisis anteriores”.

“Estos son los temas en los que tendremos que llegar a un acuerdo en las próximas semanas, es normal que se produzcan reuniones para ver cómo orientamos esta negociación para tener un buen acuerdo”, ha afirmado la vicepresidenta. Esta enumeración de temas tan amplia apunta una revisión del texto de toda la reforma laboral para lograr un acuerdo interno en el Gobierno, lo que indica que la negociación con Díaz no será en absoluto sencilla, aunque desde Economía insisten en que Calviño no está planteando ninguna negociación punto por punto y se limita a exponer los asuntos que son el corazón de la reforma.

Fuentes de Economía aclaran que la intención es tener el acuerdo listo en noviembre para aprobar después un real decreto ley que entre en vigor en diciembre y que la reforma pueda estar operativa en 2022, como se ha comprometido España con Bruselas. Sin embargo, la negociación interna no parece tan sencilla como la plantea Calviño porque el interés del PSOE y de Economía en que la patronal entre sí o sí hará previsiblemente que intenten suavizar algunas posiciones que Trabajo ya tenía avanzadas en las negociaciones.

A partir de ahora, con reuniones antes y después de cada mesa de diálogo social y con Economía e Inclusión sentados en esa mesa que lidera Trabajo, se discutirá toda la reforma punto por punto con patronal y sindicatos. Estos últimos ya han avisado de que no aceptarán que se revisen cuestiones ya muy avanzadas como la negociación colectiva y la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa. Economía aún no ha explicado cuál es su posición sobre los distintos asuntos, y habrá que esperar a la próxima semana para ver exactamente en qué puntos pueden estar las discrepancias más claras.


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