Hace no demasiado tiempo se tenía el pensamiento de que la definición de una ‘esposa ejemplar’ era esa mujer buena ama de casa que servía bien a su marido y que cuidaba de sus hijos. Y, por supuesto, aquella a la que no se le pasaba por la cabeza la idea de trabajar. Afortunadamente hemos avanzado mucho e iniciativas como las que ayer se llevaron a cabo en todo el mundo con motivo del Día de la Mujer colaboran a que consigamos una sociedad más igualitaria. Sin embargo, no todo el mundo piensa que esto debería ser lo correcto. Lo comprobó en sus carnes el fotógrafo Eli Rezkallah.
“Durante el último Día de Acción de Gracias escuché a mis tíos decir que las mujeres eran mejores cocinando, cuidando de la cocina y cumpliendo ‘con sus labores de mujer’. Aunque sé que no todos los hombres piensan de la misma manera que mis tíos, me sorprendió descubrir que algunos todavía sí que lo hacen”, cuenta Eli Rezkallah, que para tratar de concienciar se imaginó “un universo paralelo donde los roles se invirtieran y los hombres saborearan un poco de su propio veneno sexista”.
Fue así como surgió In a paralel universe (Un universo paralelo), un proyecto compuesto por una serie de imágenes ficticias recreadas a partir de anuncios reales de los años 60 que cuestiona el sexismo moderno mostrándolo a través de un prisma humorístico. Su objetivo no es otro que el de “crear un debate en la sociedad” intercambiando los papeles de los hombres y de las mujeres en estos anuncios publicitarios que tan habituales eran en aquellos tiempos no sólo en Estados Unidos, sino en el mundo entero.
A continuación te dejamos con unos cuantos ejemplos de In a paralel universe. Puedes consultar todos los montajes en este enlace.
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