La comunidad de El Bosque, Tabasco, que ha ido quedando bajo las aguas por el aumento del nivel del mar ocasionado por el cambio climático, perdió nuevamente otras 35 viviendas y refugios temporales al agua marina.
El pasado miércoles 1 de noviembre por la tarde, el agua de las costas incrementó con fuerza y se unió con el río, dejando bajo el mar decenas de estructuras de la comunidad ubicada en Centla.
Mientras aún llovía, los habitantes salieron de sus domicilios y los refugios temporales que habían construido unos cuantos meses atrás para aquellos que ya habían perdido sus casas debido a esta situación, y esperaron a que las autoridades enviaran carros para la evacuación.
Actualmente se encuentran en un albergue en la ciudad tabasqueña de Frontera, tras ser evacuada por Protección Civil. Sin embargo, las viviendas y refugios “quedaron devastados” y perdieron gran parte de sus bienes materiales.
Además, dos postes de luz se cayeron por la fuerza del mar y los pozos de agua potable fueron inundados con agua salada.
“No tenemos a dónde volver con nuestras familias”, lamentaron.
Ante esto, exigieron a los tres niveles de gobierno un terreno para establecer su comunidad, ante el riesgo inminente de desaparecer bajo el agua. Además, piden un refugio temporal para esperar la reubicación, que ya está en proceso.
“En esta temporada de mal tiempo los pescadores se quedan sin trabajo y no podemos cubrir una renta”, advirtieron.
A ello se sumaron las organizaciones Conexiones Climáticas, Greenpeace México y Nuestro Futuro, que hicieron un llamado “a destrabar” la reubicación. Asimismo, denunciaron falta de coordinación entre autoridades para finalizar dicho proceso.
“El Huracán Otis, en Guerrero, y el riesgo constante en el que vive la comunidad de El Bosque, en Tabasco, por la subida del nivel del mar, son dos claras muestras de que los impactos climáticos ya son una realidad en nuestro país”, sentenciaron.
La comunidad ha pedido desde hace años ser reubicada por incremento del nivel del mar, ocasionado por el cambio climático.
En noviembre del año pasado, hicieron un llamado público al presidente Andrés Manuel López Obrador y al Gobierno Federal debido al riesgo que representaba la erosión costera. En dicha fecha ya habían por lo menos 20 casas y dos calles enteras, así como escuelas y comedores.
Sin embargo, la comunidad sigue sin ser reubicada.
Hasta la fecha, más de 60 familias han perdido sus casas, escuelas y pequeños comercios, que se encuentran actualmente sepultados bajo el mar.
Además, la comunidad se encuentra sin acceso constante a luz, agua y drenaje, mientras que los menores no pueden acudir a la escuela de manera regular, debido a que ésta fue destruida por el oleaje.
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