Camilo Blanes (40) reapareció en la tarde de ayer ante los medios de comunicación tras haberse identificado en sus redes sociales como Sheila Devil. Lo hizo visiblemente desmejorado, a las puertas de su domicilio, ubicado en la localidad madrileña de Torrelodones, a poco más de 30 kilómetros de la capital; y con la misma peluca rubia con la que ha compartido varias de sus últimas publicaciones. «Ojalá estar ilusionado», fueron sus únicas palabras que pronunció al ser preguntado concretamente por Cristina Rapado, quien fuera su pareja sentimental, después de que ésta acudiera a su casa e hiciera un vídeo con el joven y unas cervezas de por medio hace escasos días.
El foco mediático se posó de nuevo sobre Camilo Blanes el pasado 22 de abril, cuando tras meses de silencio reapareció en su perfil de Instagram con unas fotografías nada halagüeñas para con su estado de salud que, más allá de preocupar a sus más de treinta mil seguidores en la citada red social, lo hicieron también a sus más allegados. Especialmente a su madre, Lourdes Ornelas. «Llevo mucho tiempo buscando ayuda para él y me he topado mil veces con una pared de hormigón. Mi preocupación mayor es que su vida está en peligro cada día, de manera constante», explicó Ornelas en el programa Fiesta. «Esta enfermedad es muy cruel para él y la familia que lo quiere. Hay quien lo entiende y otros lo juzgan duramente sin saber qué hay detrás. Es una buena persona que ha pasado por mucho», sentenció ante la alarmante situación.
Lourdes Ornelas está haciendo lo imposible por proteger a su hijo y porque cuide su salud, al igual que una joven llamada María, quien sería actualmente la pareja sentimental de Camilin, como comúnmente se conoce al joven. De hecho, ambas han acudido a visitarlo a su domicilio hace escasas horas: «Cuando está con su novia, él se tranquiliza. Yo no puedo ir, porque no me va a recibir. Me dice que es su casa y su vida. No puedo exaltarlo más», expresa la mexicana.
La vida de Camilo Blanes dio un giro de 180 grados tras la muerte de su padre, Camilo Sesto, el 8 de septiembre de 2019, tras un fallo renal, en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Pues desde entonces, su vida ha ido ligada a las adicciones al alcohol y a las drogas.
En este sentido, cabe recordar que en enero del año pasado, Camilo recibía el alta hospitalaria tras cincuenta días ingresado consecuencia de un accidente que sufrió cuando regresaba a casa en bicicleta tras unos días de fiesta, y que desencadenó en una fuerte neumonía y en graves problemas respiratorios. «Han sido unos meses intensos, pero ya estoy mejor», afirmaba entonces.
Precisamente acerca de sus adicciones, Ornelas ha manifestado en varias ocasiones que: «No es fácil incapacitarlo, es un adulto. Puede hacer lo que quiera. Mi hijo ha estado distintas veces ingresado, lo suben a la camioneta, va a un sitio de rehabilitación. Camilo no anda solo. Le han llegado a dar el alta. Esta enfermedad es para toda la vida, nunca puedes decir que la haya pasado».
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