Caos en los test de la vuelta al cole en Madrid

Con apenas unas horas de antelación, todos los profesores y el personal no docente de las escuelas infantiles, colegios e institutos públicos y concertados de la Comunidad de Madrid han sido citados para realizarse desde este mismo miércoles pruebas serológicas de covid-19 de cara al inicio de curso, lo que ha provocado que miles de personas hagan largas colas desde primera hora. Tanto, que pasado el mediodía se ha suspendido la prueba en uno de los institutos donde se realizaba, el único de la capital, “por saturación en la gestión”. Los grupos de la izquierda de la Asamblea han criticado “el desastre”, la “irresponsabilidad” y la “improvisación” del Gobierno regional.

Desde el mediodía del martes y en el caso de los institutos ya de noche, los directores fueron recibiendo un correo electrónico en el que se convocaba a los trabajadores a acudir a cinco institutos o centros de profesores, uno por cada área educativa, para hacerse los test entre el miércoles 2 y el lunes 7 de septiembre. Algunos profesores se enteraron al anochecer. La sorpresa, según Esteban Álvarez, presidente de la Asociación Directores de Instituto de Madrid (Adimad), estaba escondida en un documento adjunto, el consentimiento que tienen que firmar: la encargada de hacer las pruebas es una empresa privada, Ribera Salud, que lo ha confirmado. “Es el colmo”, opina Álvarez.

Para realizarse la prueba, de carácter voluntario, cada trabajador debe entregar cumplimentada una hoja en la que autoriza el uso de sus datos a la Comunidad de Madrid, a través de Ribera Salud. Un portavoz la empresa, que también realizó los test masivos de Torrejón de Ardoz, precisa: “Nos han encargado la ejecución del proyecto, que se está realizando desde las nueve de la mañana. Son test rápidos, tras llamar la Comunidad a los docentes a una serie de sedes establecidas como centros de operaciones. El resultado del test rápido se sabe en 48 horas y, si es positivo, se hace PCR”. Así, los que se hayan hecho este miércoles la prueba conocerán los resultados el viernes.

Este tipo de test no detecta la presencia del virus en el organismo, sino los anticuerpos que genera. Según el tipo, pueden sugerir que la enfermedad se ha pasado recientemente, con lo que una PCR confirmaría si sigue activo. Son mucho menos precisos que estos últimos y dan con frecuencia tanto falsos negativos como falsos positivos. Si lo que se quiere es tener una especie de foto epidemiológica de la vuelta a clase y evitar que en los primeros días los profesores lleven el virus a las aulas, lo más efectivo sería la PCR. Pero ni siquiera este es un método muy útil si no se realiza de forma periódica, según apunta el epidemiólogo Alberto García-Basteiro, ya con la transmisión comunitaria que ya hay en Madrid, quien da negativo un día puede dar positivo al siguiente. “La ganancia neta de hacerlo una vez es escasa. Si creemos que las escuelas son colectivos de alto riesgo, debería de testarse niños y profesores periódicamente, para intentar detectar rápidamente a los casos asintomáticos o incipientes de enfermedad. La pregunta es: ¿son las escuelas colectivos de alto riesgo de transmisión habiendo asintomáticos? ¿Más que la población general? La evidencia sugiere que menor”, afirma este médico. “Me consta de algún país que plantea PCR periódicas a todos y test serológico inicial para ver la seroprevalencia al inicio del curso escolar. Pero no creo que haya medios para esto en España”, continúa.

Preguntado por qué no se ha optado por hacer directamente PCR, el vicepresidente, Ignacio Aguado, ha echado balones fuera: “Eso le corresponde definirlo a Salud Pública. Yo lo respaldo, porque se ha adoptado con criterios sanitarios, no políticos ni económicos”.

Se trata de una de las nuevas medidas para la vuelta al cole del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que el 25 de agosto anunció un plan para realizar más de 100.000 test al personal docente, no docente y a alumnos antes de empezar el curso. Según consta en la documentación de la Comunidad, será un estudio serológico, denominado SeroCOL, con cerca de 42.500 pruebas a 13.000 estudiantes y 1.500 profesores en tres momentos (septiembre, diciembre y marzo). Preguntado por EL PAÍS, Aguado ha dicho desconocer el importe de la medida. Sanidad tampoco no ha aclarado cuánto pagará a la empresa.

Una estimación en función de los precios de mercado apunta a que el acuerdo supondrá un gasto superior al millón de euros. Así, Ribera Salud viene cobrando 17 euros por cada test serológico que hace en aplicación de otros contratos con Madrid, cifra que se dispararía a 1,7 millones si se aplicara a las 100.000 pruebas que hará ahora. A eso, además, hay que añadirle las PCRs que se le harán al personal que dé positivo —por cada una suele cobrar 56 euros—, y los equipos sanitarios encargados de llevarlas a cabo.

“[Ribera Salud] Era la única empresa que se comprometía a tener los 100.000 test realizados antes de que comenzara el curso”, ha argumentado Aguado. “La organización de estas pruebas se ha hecho con la máxima celeridad y mediante un contrato por procedimiento de emergencia, una figura prevista en la Ley de Contratos y será informado de ello el Consejo de Gobierno”, explica un portavoz de Sanidad, que aclara que, “tras evaluar las diferentes opciones, se ha decidido que Cruz Roja hiciera las pruebas a los 1.327 educadores y personal de servicio de las escuelas infantiles de gestión directa de la Comunidad y que Ribera Salud realizara las del resto”. “No se ha hecho con la sanidad pública para no colapsar el sistema, pero los test de anticuerpos sí son los de la consejería y son los mismos para todos los docentes”, añade.

Esteban Álvarez dirige un instituto de Soto del Real y recibió el correo la tarde-noche del martes sin que se les precisara un día concreto. “Ahora están llamando para citar a cada centro una hora y un día”. De momento, él solo sabe que tienen que acudir al instituto Cervantes de San Sebastián de los Reyes, los de la capital al Virgen de La Paloma, los del sur, al María Zambrano de Leganés… En el caso de los colegios, indican fuentes del sector, hasta 50 centros están citados en tramos de media hora. El resultado es que el Virgen de La Paloma, en la calle Francos Rodríguez, ha amanecido con una impresionante cola de más de un kilómetro profesores que da la vuelta a la manzana.

Allí ha echado la mañana Laura Gómez, profesora de Educación Especial, que cuenta que fue citada, como el resto de su instituto de Vicálvaro, para las 9.30 a través de un correo enviado anoche. “Llevo aquí desde las nueve y en hora y media apenas he avanzado 200 metros. He perdido una mañana muy importante de trabajo”, se lamenta.

Elena Sánchez, del colegio Cortes de Cádiz en Sanchinarro, llegó casi una hora antes en revisión del caos que esperaba encontrarse. “Los profesores también aportamos lo nuestro a la desorganización. La fila es imposible y no se guarda la distancia de seguridad. Tendría que haber una mejor manera de hacer esto”, se queja. “En nuestro centro nos hemos organizado para venir todos juntos, pero parece que en otros institutos están más desperdigados y la gente no está respetando los turnos”.

Colas para realizar las pruebas PCR en La Paloma, Madrid.FOTO: VICTOR SAINZ | VÍDEO: ATLAS

Algunos profesores del instituto El Espinillo en Villaverde destacan la incoherencia de que una medida de prevención esté provocando semejantes concentraciones. “¡Vámonos. Aglomeración, vaya solución. Ayuso dimisión!”, gritan a lo largo de fila, mientras la desesperación aumenta ante la lentitud del avance. “Me han hecho la prueba con casi tres horas y media de retraso respecto a la hora fijada”, comenta a la salida una profesora, que precisa que hay unos 60 enfermeros “pinchando, a algunos los han traído de Galicia”.

Tal era el retraso que la prueba se ha acabado suspendiendo en el Virgen de La Paloma. Sobre las 12.30, han desconvocado a los centros que estaban citados a partir de las 13.30, según fuentes del sector. “Por saturación en la gestión de las pruebas, se suspende la convocatoria de hoy y se recibirá comunicación para el viernes”, reza el mensaje recibido por los docentes. Sobre las tres de la tarde, hora en la que se deberían haber acabado los test, la cola sigue sin embargo en pie. El Gobierno regional asegura que “se suspenden los llamamientos a partir de las 14.00, pero seguirán allí haciendo pruebas hasta que acaben” los de las tandas anteriores. Los policías que custodian la entrada dicen que allí se quedan hasta que se acabe, “si es a las 22.00, hasta las 22.00”.

Al respecto, Aguado ha señalado: “He visto algunas colas puntuales en uno de los centros y me transmiten desde la Consejería de Educación que se está estudiando qué ha sucedido para que en los próximos días no se repita. Estoy convencido de que se puede resolver”. La viceconsejera de Organización Educativa, Pilar Ponce, ha atribuido a que los profesionales no han acudido a la hora en que estaban citados. Un portavoz de Educación añade que las pruebas continúan esta tarde de 16.00 a 21.00 en otras áreas y que “si es necesario se ampliarán los horarios e incluso los días, llegando a habilitar el sábado”.

Adimad celebra la iniciativa, pero critica el quién, el cuándo y el cómo. A su juicio, lo suyo sería hacerlas de forma escalonada en los centros públicos de salud y no justo ahora, en plena vorágine. “Somos miles de personas, es una locura juntarnos”. Es, en resumen, “una barbaridad, una muestra más de la improvisación y de la falta de planificación” con la que el Gobierno de Madrid está abordando el curso más complejo de la historia reciente. “En otras comunidades se ha retrasado el inicio de curso unos días para poder reorganizar los grupos y los espacios, preparar los centros y para hacer los test”, explica Álvarez, que recuerda que en estos días en los colegios e institutos se trabaja verdaderamente contra el tiempo y robando horas a la noche.

“Tenemos claustros y reuniones maratonianas, estamos corrigiendo los exámenes de septiembre, que se hicieron el martes, reorganizando los grupos para adecuarlos a las nuevas ratios y rehaciendo la planificación para las clases semipresenciales a partir de 3º de la ESO”, cuenta el responsable de Adimad tras la publicación el pasado sábado de las nuevas instrucciones de inicio de curso, que bajan el número de alumnos permitidos por clase en 1º y 2º de la ESO de 30 a 23 y en Infantil y Primaria de 25 a 20. En los institutos de Madrid, el curso empieza el día 9 de 3º de la ESO a 2º de Bachillerato y, en los colegios, los primeros en incorporarse serán los niños del primer ciclo de Infantil, el 4, a los que seguirán los del segundo ciclo y los de 1º, 2º, 3º de Primaria, el 8.

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