Marvel’s Civil War mostró los límites morales de la guerra, y en el one-shot llamado War Crimes, se pusieron a prueba los límites del Capitán América y Iron Man.
Si hay algo que el público pueda aprender de Marvel’s Guerra civil evento, es que hasta a los buenos hombres les gusta Hombre de Acero y Capitan America son capaces de rebajarse hasta lo más bajo si eso significa ganar una guerra. Uno de los momentos más oscuros por los que pasó cualquiera de los dos durante este arco argumental se produjo durante un one-shot a menudo olvidado de Frank Tieri y Staz Johnson llamado Guerra civil: crímenes de guerra. En él, Tony Stark tiene la audacia de llegar a un acuerdo con el mismísimo diablo en la forma de Wilson Fisk.
Durante la sentencia de prisión de este último, Iron Man acepta perdonar a Kingpin si le da información sobre dónde encontrar al equipo del Capitán América. Lo sacuden y el trato está hecho. Excepto que, cuando es hora de que Fisk pague su parte del trato a cambio de su libertad, la casa de seguridad a la que Kingpin dirige a Iron Man y su fuerza de ataque es en realidad un almacén lleno de villanos con los que los héroes se ven obligados a luchar.
Hay dos razones por las que Kingpin desperdiciaría la oportunidad de un lanzamiento anticipado tan fácilmente. Por un lado, es simplemente una venganza, ya que Kingpin recuerda una época en la que los aliados de Iron Man asaltaron su almacén. Después de todo, Kingpin y Iron Man son enemigos, incluso si Fisk y Stark suelen operar en círculos diferentes. Sin embargo, la respuesta más grande es mucho más simple; Capitán América preguntó primero.
Debido a la naturaleza a menudo moralmente gris de Iron Man, no resulta demasiado impactante verlo tan dispuesto a estrechar la mano de alguien como Kingpin. Sin embargo, ver al Capitán América, a menudo moralmente justo, desechar su moral a favor de llegar a un acuerdo por su cuenta, resalta lo mucho que está en juego no solo en Civil War de Marvel, sino también en la guerra en general. No hay lugar en una guerra para gente buena o gente mala. Solo hay soldados.
Dado que el Capitán América nació en una guerra con la mentalidad de un soldado, así fue como pudo ganar esta particular batalla de ajedrez contra Tony Stark. Hércules en realidad lo articula mejor al final del cómic. En sus propias palabras al justificar su trato con Fisk, Hercules dice que Cap, “reconoce que a veces en la guerra, se deben tomar decisiones difíciles para lograr tu objetivo. ¿Y si eso te costara un pedazo de tu alma? Que así sea”. Se deben hacer sacrificios en las guerras y, a veces, es la brújula moral de uno la que se sacrifica. La guerra exige cicatrices que nunca sanarán. Capitan America pagó ese precio contra Hombre de Acero durante la prolífica de Marvel Guerra civil y nunca ha sido el mismo desde entonces.