Mark Steven Domingo planeaba una masacre con explosivos para este fin de semana, en un evento masivo en Long Beach.
Un ex militar estadounidense fue arrestado el pasado viernes 26 por la noche luego de recibir un supuesto artefacto explosivo, que en realidad se trataba de un dispositivo inerte entregado por un agente encubierto del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
La investigación del FBI desarticuló una amenaza muy real de un atentado terrorista, destacó el fiscal Nick Hanna, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, de acuerdo con un comunicado de la dependencia.
Mark Steven Domingo, de 26 años y residente en Reseda, California, quería usar explosivos improvisados contra civiles inocentes y seleccionó componentes que harían las bombas aún más mortíferas, dijo el asistente del fiscal, el general John Demers.
De acuerdo con la investigación, Domingo comenzó a planear el ataque a principios de marzo y desde entonces tomó distintos pasos para elaborar y usar un arma de destrucción masiva, con el fin de cometer una masacre.
A través de publicaciones en línea y de conversaciones con una fuente del FBI, Domingo expresó su apoyo a la yihad violenta y un deseo por buscar venganza por los ataques contra musulmanes, así como la voluntad de convertirse en mártir. Después de considerar distintos ataques, incluyendo entre sus blancos a judíos, iglesias y policías, Domingo decidió detonar una bomba en un mitin planeado en Long Beach, California, que tuvo lugar el fin de semana pasado.
Como parte del plan, Domingo pidió a su colaborador, quien en realidad estaba cooperando con el FBI, encontrar a una persona que fabricara la bomba. Para la realización del artefacto, Domingo compró varios cientos de clavos que serían introducidos en la bomba.