Carlos Arévalo (Betanzos/1993) se alzó el pasado mes de agosto como el primer español en ganar dos medallas de oro, en el K4 500 metros y el K1 200, en un Mundial de Piragüismo. Desde bien pequeño, el gallego empezó a seguir la estela de Saúl Craviotto a quien considera “el mejor deportista de la historia”. Casualmente, años después se convirtieron en compañeros de equipo y admite que “competir en la misma embarcación que tu referente es el sueño de cualquier chaval”. “Saúl es el ejemplo de cómo hay que ser como deportista. No solo es un compañero, también es un amigo”, transmite a MD.
El de Betanzos también es un gran seguidor de la selección española de baloncesto y vivió con mucha pasión su triunfo en el EuroBasket. “Tuve trato con ellos en algunos eventos y me parecieron unas personas increíbles. Como deportistas tienen unos valores magníficos pero como personas son muy cercanos”, explica. De hecho, en una ocasión tuvo oportunidad compartir conversación con el gran Pau Gasol. “Yo le admiraba de antes pero cuando le conocí le admiré mucho más”, insiste.
Por otro lado, Arévalo tampoco se perdió la consecución del primer Grand Slam de Carlitos Alcaraz en el US Open, un logro que le catapultó a lo más alto del tenis mundial. “Me parece un deportista excepcional. A su edad ha conseguido ser el número 1 y es impresionante. Estaba enganchado a la televisión siguiéndole. Ojalá siga así, que las lesiones le respeten y que pueda continuar dando el 100% en las pistas”, declara.
En el año 2016, Arévalo se quedó fuera de los Juegos Olímpicos y decidió seguir otro sueño que tenía desde pequeño, entrar en las Fuerzas Armadas. “Quise hacer un parón profesional para coger fuerzas. El ejército siempre fue mi segunda opción y fue lo mejor que hice en mi vida. Los valores que aprendí allí muchos se comparten con el deporte y sirven para la vida militar y cotidiana”, apunta.
Para desconectar, el joven practica en su tiempo libre tiro olímpico. “Lo hago a nivel aficionado. Tengo un grupo de amigos en Betanzos que son tiradores y me relaja mucho ir con ellos al campo de tiro. Para disparar una pistola de 25 metros necesitas estar muy concentrado y relajado, eso me ayuda a despejar la mente y a estar tranquilo”, añade el gallego.
Pese a haberse ganado ya un sitio de lujo en la historia del deporte español, a Arévalo todavía le quedan muchos sueños por cumplir. Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024, el piragüista ya se visualiza luchando por su primer oro. “Sé que se puede y con trabajo llegan los éxitos”, sentencia