Carme Ruscalleda (San Pol del Mar, 1952) aún tiene grabados en su memoria los sonidos de las bocinas de las máquinas de ferrocarril y “el olor mecánico” que desprendía la estación de Francia de Barcelona cuando, siendo una niña, bajaba emocionada al andén después de un viaje desde su pueblo. “Era casi una aventura”, dice la cocinera con más estrellas Michelin a la periodista Joana Bonet durante esta videoentrevista a bordo de un tren. La chef recuerda a la niña que fue con los cinco sentidos siempre despiertos. Utilizar esos sentidos dentro de la cocina, dice, es una herramienta para sorprender a los comensales. “Cuando la comida tiene los cinco sentidos, cuando todo está en su punto, comentas la jugada y dices: ‘Guau. ¿Qué tiene esta sopa de pan?”, explica la cocinera, la primera mujer en coneguir siete estrellas Michelín: tres por su restaurante Sant Pau en su pueblo, dos por Moments en Barcelona y las otras dos por el restaurante de comida catalana que abrió en Tokio en 2004, también bautizado Sant Pau.
De espíritu alegre, Ruscalleda confiesa que no siempre fue así. Antes de cumplir los 17 años era una persona “un poco agria” de carácter. “Parecerá un chiste, pero el cerdo me convirtió en una persona más simpática”, comenta entre risas. Corría 1969 y acababa de formarse en técnicas de charcutería para que el negocio de sus padres fuera más rentable. Trabajar la carne le despertó una vocación creativa. “Empecé a volar a mi aire y a ofrecer butifarras de dos colores y con queso. Ahí sí empecé a ser feliz trabajando”, narra. Las creaciones de esta joven charcutera fue el comienzo de su carrera como cocinera.
Después de una larga vida entre los fogones, Ruscalleda insiste en que hay que enseñar a la población a ser precavida con los alimentos que compra y consume, también en la forma en la que los cocina, tanto para ser más sostenibles como para mejorar su salud.
Como esta chef, una docena de mujeres del mundo del emprendimiento, el deporte, la sostenibilidad, la ciencia, la cultura o la moda, pasarán cada 15 días por Mujeres y viajeras para conversar con la periodista Joana Bonet. Una conversación sobre experiencias, complicidad y libertad en el viaje de la vida.
A través de Mujeres y viajeras, Renfe quiere dar a conocer 12 mujeres, 12 viajes, sus vidas, sus motivaciones y sus anhelos… y compartir todas esas historias apasionantes que han vivido y vivirán a bordo de un tren. Unos diálogos que buscan dar voz al papel esencial que las mujeres desempeñan en la sociedad actual.
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