En el marco del último foro de Parlamento Abierto para la reforma que busca reducir la jornada laboral, el presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, Jorge Romero Herrera, aseguró que es “prácticamente imposible” aprobar la modificación a la ley este año.
A pesar de la disposición de la Cámara Baja para aprobar el proyecto, señaló que la complejidad del proceso legislativo no permitirá consolidarlo este año.
“Que se convierta en una reforma constitucional en este año, en el 2023, es prácticamente imposible, no así que la votemos todavía dentro de este periodo en la Cámara, porque al tratarse de una reforma constitucional que pasa primero aquí, por ser Cámara de origen, si logra las 2/3 partes pasa al Senado, en donde como Cámara revisora tendría que conseguir exactamente la misma mayoría que calificada, que es de 2/3 partes; pero el ser reforma constitucional tendría que pasar a las legislaturas locales que serían mínimo 17 las que tendrían que votarla”, detalló.
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En total se realizaron cinco foros de Parlamento Abierto para discutir la reforma, ocurriendo el último este 13 de noviembre. Las conclusiones se darán a conocer el próximo martes 21 de noviembre. Luego de esto, se dictaminará y se enviará al Pleno para ser discutida.
Perspectivas Especializadas: Voces a Favor y en Contra
Entre los expertos que tomaron la palabra durante el último foro, la periodista y académica Viridiana Ríos señaló que en los últimos 13 años todos los partidos han presentado en total al menos 17 reformas para reducir la jornada laboral y ninguna se ha aprobado.
“El cabildeo empresarial 17 veces ha ganado y no podemos permitir que gane una vez más”, afirmó.
Asimismo, señaló que la reducción de la jornada laboral sí es posible y costeable para las empresas, pues, explicó, en México la riqueza generada por las compañías se divide en 66% que va al empresario y 34% al trabajador.
Esta distribución es contraria al promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde el 69% va para los empleados y el 31% a los dueños.
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A su vez, Francisco Javier Peniche, especialista en derecho laboral y seguridad social, respaldó la idea de la jornada reducida. Argumentó que este cambio brindaría a los trabajadores la oportunidad de descansar y evitar riesgos de trabajo y enfermedades mentales.
En contraste, José Reynol Neyra, secretario de Acción Política de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, expresó su desacuerdo. Consideró que no es el momento oportuno para implementar esta reforma, señalando la necesidad de un estudio más amplio y condiciones económicas y sociales más propicias.
Fernando Salgado Delgado, secretario general adjunto del Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), destacó que la propuesta no solo implica días de descanso, sino que busca reestructurar por completo la vida laboral del país. Afirmó que reducir de 48 a 40 horas laborales tendrá un impacto social significativo.
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Denisse Álvarez Scherb, directora general de Dasavena Gourmet Alimentos, se mostró a favor de la propuesta, pero con cautela. Subrayó la importancia de implementarla de manera gradual para salvaguardar la salud financiera y rentabilidad de los negocios.
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