En su discurso de investidura presidencial, el mandatario peruano Pedro Castillo precisó su estrategia hacia una Asamblea Constituyente y anunció la transformación del Estado para que atienda a los sectores históricamente postergados –los pueblos originarios y la población pobre, principalmente–. Además, ofreció una economía con “orden y predictibilidad” y, en el caso de la minería, planteó un nuevo baremo para los proyectos: la rentabilidad social, es decir, la generación de beneficios a la población afectada por las operaciones. Estas son las claves de su mensaje por temas:
Salud y lucha contra la pandemia
Solo un 16% de la población mayor de 12 años está vacunada con dos dosis en Perú. Castillo ofreció llegar a fin de año con el 70% “para lograr la protección comunitaria” y anunció que convocará a los gobernadores regionales y a sus directores de salud para evaluar acciones ante la pandemia. Su Gobierno continuará con las ‘vacunatones’ (jornadas extendidas de inmunización en fines de semana, iniciadas por el Gobierno de Francisco Sagasti) y ampliará el horario en los establecimientos de nivel primario.
Además, aseguró que al menos 5.000 equipos de atención comunitaria integral se encargarán de que “ninguna familia se quede sin cobertura médica”. Castillo ofreció también unificar el sistema de salud –actualmente fragmentado en cinco subsistemas– y la creación de una comisión que elabore una propuesta de nuevo sistema de seguridad social y de pensiones.
Economía
El mandatario propuso un pago de 700 soles (US$ 178 dólares) a las familias empobrecidas por la pandemia, después de que el Producto Interior Bruto (PIN) peruano cayese 11% en 2020 y la pobreza aumentase en 10 puntos porcentuales, lo que equivale al 30% de la población. Esto significa que en el país hay 10 millones de personas que no pueden cubrir sus necesidades básicas, y millones alimentándose vía ollas comunes.
Además, ofreció reglas claras para la minería y dijo que, si los proyectos de inversión de las industrias extractivas carecen de rentabilidad social, “no van”. “Esto significa un nuevo pacto con los inversores privados, donde el Estado intervenga para reducir costos, facilitar procesos, mantener la seguridad jurídica y, a cambio, la población local y el país reciban contribuciones que generen desarrollo y mayores oportunidades con un real cuidado del medio ambiente”, explicó.
Nueva Constitución
Castillo busca un diálogo con el Legislativo hacia una Asamblea Constituyente. Aseguró que presentará un proyecto de ley para modificar la actual Constitución, que solo contempla la posibilidad de hacer cambios, pero no la formación de un colectivo que la redacte. El nuevo mandatario espera que ese texto sea aprobado y luego ratificado en un referéndum.
“El pueblo peruano debe tener la seguridad de que no queremos hacer cambios por el simple deseo de hacerlos”, dijo. Y explicó por qué mantiene su promesa de campaña en este sentido. “Insistiremos en esta propuesta, pero siempre en el marco de la ley y con los instrumentos legales que la propia Constitución vigente proporciona. Tengan la seguridad que nunca se hará tabla rasa de la legalidad”, aseguró.
Más información
Educación
El jefe de Estado planteó declarar en emergencia este sector “para recuperar los aprendizajes” afectados por el cierre de las escuelas a causa de la covid-19, retornar a las aulas en el primer semestre de 2022, y aumentar progresivamente el presupuesto del sector hasta duplicarlo. Además, reiteró su promesa de campaña de que el ingreso a la universidad sea gratuito.
Cultura y Ciencia
El proemio del discurso del presidente tuvo un fuerte énfasis en la interculturalidad de su país y en la situación de subalternidad en que han permanecido las poblaciones indígenas y los ciudadanos afroperuanos durante la historia. Por ello, anunció que en adelante renombrará el Ministerio de Cultura a Culturas, y dijo que el Estado se transformará para que los servidores públicos puedan atender a los ciudadanos en sus lenguas –hay 47 lenguas originarias en el país andino y amazónico.
Castillo dijo, finalmente, que “para romper con símbolos coloniales” no gobernará desde Palacio de Gobierno, también llamado Casa de Pizarro, por el conquistador español que fundó Lima, y que cederá dicho predio para el Ministerio de las Culturas, “para que sea usado como un museo que muestre nuestra historia desde sus orígenes hasta la actualidad”.
Además, retomó otra de sus promesas de campaña: la creación de un Ministerio de Ciencia e Innovación Tecnológica “para potenciar la generación de conocimiento” y permitir la independencia tecnológica del país.
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