Por Karina Cancino/ Imágenes de Madres Buscadoras de Sonora
“Mamá, yo aquí soñé a mi hermano” dice Milagros, la hija de la buscadora de personas desaparecidas en Sonora, Ceci Flores quien ayudada por policías quita el portón que circunda un terreno ubicado a 20 metros de la carretera 100 Hermosillo -Bahía de Kino, en el kilómetro 88.
Coincidentemente con el cuarto aniversario de la desaparición de su hijo Marco Antonio, ocurrida el 4 de mayo de 2019, la coordinadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora emprendió la búsqueda, arropada por otras mujeres, policías y una voz detrás del teléfono que la guió hacia un predio entre pasto seco y biznagas donde aparecieron refulgentes un cráneo, huesos y ropa que si los análisis de ADN lo confirman, podrían revelar la esperanza de encontrarlo.
Tres meses atrás, durante una llamada anónima le dieron la ubicación y acudió, como otras veces, a rastrear pero se equivocó y decidió guardar la ubicación para volver después. Así lo hizo hasta este jueves.
“Yo agarré derecho, así yo había entendido el anónimo, agarré derecho y por muchos kilómetros anduvimos y no tuvimos resultados, me vuelvo a retirar y mando vídeos; y la persona ya me explica bien cómo debería de ser, guardé este punto para esta búsqueda de mi hijo, para su cuarto año desaparecido y pudiera volver a casa, y gracias a Dios que fueron resultados positivos, ahora hay que esperar que la autoridad haga su trabajo lo más pronto posible y yo pueda descartar si esa persona me dijo a la verdad”, mencionó a Aristegui Noticias.
La lideresa contó que había pasado varias veces por la calle 36 Sur, pero cuando quiso entrar, la marea había subido tanto que el lugar se inundaba y era imposible rastrear, sin embargo este jueves, los indicios afloraron bajo el sol y la brisa del pueblo playero.
Mientras la buscadora levantaba con sus manos enguantadas las prendas que estaban amontonadas en un sitio, y partes del esqueleto por otro, cuestionó cuáto tiempo pasaron ahí los restos de su hijo sin que nadie se diera cuenta, incluso se reprochó no haberlos encontrado antes.
“Si vieras el dolor tan grande que me dio al encontrar el cuerpo y pensar que es mi hijo y ver qué tan cerca se estaba de la carretera, no estaba a 20 metros retirada de la carretera, se miraban los carros y venir muy clarito. Entonces, ¿cuánto tiempo estuvo mi hijo ahí? Sí es mi hijo, tan cerca de mí y no darme cuenta. Mi hija ya me había dicho: amá en este lugar soñaba a mi hermano y yo pienso que mi hermano puede estar aquí, y le digo pues yo también siempre que paso por aquí siento algo en mi corazón”, dijo.
A unos kilómetros, semanas atrás, habían llevado drones y dieron con un pozo en el que aparentemente la voz anónima le anticipó, que en su fondo habría más cuerpos de personas.
Ceci esperaba encontrar los restos dentro de una fosa, pero al llegar y verlos descubiertos piensa que animales o quizá el vaivén de la marea desgastaron la tierra y los hicieron brotar.
“Es una orilla del mar, haz de cuenta que ahí llega la creciente y entonces esta fosa estuvo llenándose de arena y agua estos cuatro años, los análisis no deben de tardar más de cuatro días, ya que la dentadura está muy buena como para que le hagan un ADN lo más pronto posible”, asegura con un tono de emoción y descanso.
En cuanto tenga los resultados de ADN, de ser positivos, la líderesa de las Madres Buscadoras de Sonora dará sepultura a su hijo pero no descansará porque tendrá que seguir rastreando, verificando cada llamada, cada mensaje que la oriente de nuevo pero ahora en mapa de Sinaloa, donde buscará a su otro hijo, Alejandro Guadalupe, a quien desaparecieron el 30 de octubre de 2015 en Los Mochis.
Pero antes de todo esto, la mujer que el pasado 16 de abril fue señalada como desaparecida y horas más tarde volvió a su casa para contar del desperfecto en la patrulla donde viajaba junto con policías para realizar una búsqueda en Sinaloa, acudirá a las autoridades a denunciar que desde hace cuatro días la están amenazando, de un modo más grave, mediante llamadas y perfiles falsos en redes sociales.
“Ya tengo cuatro días, con el día de hoy, que me está sonando (el teléfono) y de hecho son cosas muy feas pero pues yo sigo luchando, aquí lo lo importante es que la autoridad me entregue rápido el ADN y así yo sepa que tengo qué hacer. No las he reportado por el temor a que no me dejaron hacer esta búsqueda en la que tenía toda mi fuerza de que este día mi hijo iba a volver a casa y que bendito Dios al parecer, pues lo he logrado”, adelantó.
Finalmente, Ceci Flores, la buscadora, la mujer que ha sido reconocida como una de las Cien Mujeres Más Poderosas de México, aprovechó para hacer un llamado a las autoridades respecto al asesinato de la buscadora de Guanajuato, Teresa Magueyal, para que investiguen y den con los perpetradores.
“Mi posicionamiento y mi petición es que las autoridades hagan su trabajo en búsqueda e investigación, que no tengamos que enterrar familias, las que nos hemos arriesgado constantemente haciendo el trabajo que le corresponde al gobierno, e invitar a las familias a buscar a su desaparecido porque si no los buscamos nosotras, las autoridades, no lo van a hacer”, sostuvo la buscadora.
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