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Censo 2020 del Inegi revelará cuántos cambiaron de domicilio por violencia o inseguridad: Santaella

“Tenemos una estimación que vamos a llegar a cerca de 127 millones de habitantes en el país: 51 por ciento mujeres y 49 por ciento mujeres”, adelantó el director del Inegi en Aristegui En Vivo.

El Censo de Población y Vivienda 2020 permitirá saber cuántas personas han cambiado de residencia por la inseguridad y violencia durante los últimos cinco años, afirmó Julio Alfonso Santaella, presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En entrevista para Aristegui En Vivo, comentó que el censo que se comenzó a levantar desde el lunes, tiene el objetivo de actualizar el conteo de población y de vivienda en el país.

Explicó que este es un ejercicio que el Inegi hace cada 10 años, el cual le permite saber cuántas personas viven en México y bajo qué condiciones: sus características personales y de las viviendas donde habitan.

“En este proyecto también sabemos dónde están, porque este censo nos va a dar información a geografías muy pequeñas; incluso a nivel de manzana, en las ciudades, y a nivel localidad, en el ámbito rural”, abundó.

Santaella Castell detalló que, para realizar el censo, personal del Inegi utilizará un dispositivo similar a un teléfono.

“Eso nos va a permitir tener mejor calidad de la información, porque tenemos ahí ya programadas ciertas validaciones de lo que nos están respondiendo; nos va a permitir mayor oportunidad en la entrega de los resultados“.

Asimismo, agregó que los dispositivos cuentan con un sistema de rastreo, lo que puede ayudar al Inegi a conocer la ubicación de sus entrevistadores.

“También nos va a permitir ahorros, en términos del levantamiento censal”.

Precisó que, a través de una licitación pública abierta internacional, el Inegi adquirió 185 mil dispositivos, los cuales fueron diseñados especialmente para realizar el censo.

Si bien a partir del 27 de marzo el Inegi reutilizará los dispositivos para confirmar la información levantada en el censo, después de esa fecha sólo conservará una quinta parte de los equipos y el resto serán donados, explicó Santaella.

“El propósito es que una vez que concluyan las actividades censales, buscar cuál es el mejor destino para el Estado mexicano, los vamos a donar, y ya ha mostrado cierto interés la Secretaría de Educación Pública, pero en unos meses estaremos definiendo qué pasará con estos dispositivos”.

Santaella detalló que al momento de recabar el censo, los encuestadores no preguntarán datos personales, como nombre completo, Registro Federal del Contribuyente u otros datos que pudieran ser delicados.

“Además, una vez que se capturan en estos dispositivos, se encriptan, se trasmiten encriptados a nuestras bases de datos, donde también tenemos esquemas de seguridad lógica y física para poder preservar la seguridad de estos datos. Además, tenemos la obligación legal de proteger la confidencialidad de nuestros informantes. No compartimos esta información con ninguna autoridad, ni de procuración de justicia ni fiscal ni de ningún otro tipo, y los datos se presentan de manera agregada en los tabulados que nosotros daremos a conocer el próximo 4 de noviembre”, aclaró.

De acuerdo con el titular del instituto, el censo es el mejor cálculo que tiene el país para conocer el número de la población, sobre todo para ubicar dónde están las personas, porque por un lado se tienen pueblos “fantasma”, y por otro, ciudades que están creciendo.

“Ahorita tenemos una estimación que vamos a llegar a cerca de 127 millones de habitantes en el país: 51 por ciento mujeres y 49 por ciento mujeres”.

Además del cuestionario básico sobre la edad o el sexo, comentó que los encuestadores del Inegi también preguntarán sobre el lugar de nacimiento, grado de escolaridad y acceso a servicios de salud.

Anotó que por primera vez harán preguntas relacionadas a la afrodescendencia, nivel de discapacidad y condición de actividad, es decir, en qué estudian y trabajan los mexicanos, de manera muy somera.

En la pregunta que se refiere a cambio de residencia, apuntó, se han abierto las respuestas, ya que antes las opciones se limitaban a razones familiares y cuestiones de trabajo o de estudio. “Añadimos una opción de respuesta que es por violencia o por inseguridad”.

Con esto, aseguró, será posible saber cuántas de las personas que cambiaron de residencia en los últimos cinco años lo hicieron por este tipo de fenómenos.

El también economista precisó que para poder complementar la medición de la pobreza por parte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se aplicará un cuestionario ampliado, que pasa de 38 a 103 preguntas, que llevará entre 10 y 12 minutos adicionales a la entrevista.

“Eso no es para todos, es para una selección aleatoria de cerca de cuatro millones de viviendas”.

El presidente del Inegi expuso que los encuestadores harán una primera visita a los domicilios sin previo aviso, y en caso de que no encuentren a nadie, dejarán un aviso y regresarán más tarde para concluir el cuestionario censal, que no toma más de 12 o 13 minutos en promedio.

“Si después de repetidas visitas no se puede resolver o concluir la entrevista por ninguno de esos medios, van a dejar una invitación para que te autoenumeres por Internet, pero este procedimiento sólo se puede habilitar a través de esta invitación por escrito, porque ahí viene un número de usuario y una contraseña para poder acceder a este sistema”, puntualizó.

Al ser cuestionado sobre la campaña “Pregúúúúútame”, Santaella dio a conocer que tuvieron un contacto con el comediante y actor Eugenio Derbez, para tener el derecho de utilizar esa frase que él popularizó.

“Generosamente se dio la facilidad de utilizarlo, entonces no hay ningún costo para el Estado mexicano y todos nos beneficiamos del ingenio de Eugenio”, añadió.

 

Ve la entrevista completa con el director del Inegi, Julio Alfonso Santaella:




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