Chevron y Repsol renunciaron a áreas marinas de exploración de crudo y gas en México, informó el regulador del sector, uniéndose a más de una docena de otras compañías tras resultados decepcionantes.
Las empresas de energía habían ganado hace años los bloques en el Golfo de México en una licitación realizada durante el gobierno de Enrique Peña, que abrió el negocio a la inversión privada.
Funcionarios de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) señalaron que Chevron solicitó y obtuvo la aprobación para devolver un bloque en aguas profundas frente a la costa de Tabasco porque la empresa estadounidense consideró que no había “perspectivas favorables para el bloque”.
En tanto, Repsol recibió la aprobación final para devolver un bloque en aguas someras en la misma zona.
No quedaron claras de inmediato las razones, aunque los funcionarios destacaron que la empresa española nunca había llevado a cabo actividades físicas significativas.
Tanto Chevron como Repsol habían ganado los bloques en consorcio con otras empresas y anteriormente habían devuelto otras áreas.
Las empresas pagan una tarifa al Estado mexicano por el tiempo que realizan actividades de exploración y producción.
Chevron confirmó la decisión en un comunicado, pero dijo que mantendría una oficina en México y seguiría vigilando la evolución de la industria en el país.
Una portavoz de Repsol indicó que la compañía mantiene un bloque en aguas profundas en el Golfo de México.
Más de una docena de otras empresas -incluidas BP, Shell y TotalEnergies- iniciaron o completaron procesos de devolución parcial o total de bloques al Estado mexicano, según mostraron documentos recibidos a través de una solicitud de registros de Reuters.
Algunas devolvieron más de un bloque.
En un intento de acabar con el largo monopolio de Pemex, el país había subastado más de 100 contratos a empresas extranjeras y locales tras la reforma energética de Peña, realizada entre 2013 y 2014.
A pesar del optimismo inicial, hasta la fecha sólo un puñado de empresas han realizado hallazgos significativos en los bloques.
Entre ellas se encuentran la italiana Eni y la mexicana Hokchi Energy, así como la estadounidense Talos Energy.
Las subastas de contratos petroleros se suspendieron tras la llegada al poder del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, a finales de 2018.
Su mandato concluye en la segunda mitad de 2024. (Reuters)
Source link