Schiaparelli abrió ayer la pasarela de Alta Costura de París con una colección bautizada ‘Born Again’ (Renacida), un canto la capacidad de la moda de ofrecer belleza en un mundo cada vez más complejo.
En un desfile lleno de estrellas, como las cantantes Rita Ora y Anitta, las actrices Emma Watson y Rossy de Palma, la influencer Chiara Ferragni y el diseñador Olivier Rousteing, entre otros, el director creativo de Schiaparelli, Daniel Roseberry, quiso ofrecer un paréntesis a los debates intelectuales que agotan a la industria.
Para esta línea otoño-invierno 2022/2023, el terciopelo fue de hecho el tejido reinante en siluetas que marcaban la cintura y eran voluminosas en las caderas, como una falda de crepé satinado que dibujaba una flor en la parte delantera.
El desfile tuvo lugar en la entrada del Museo de Artes Decorativas, en el Palacio del Louvre, que acoge a partir de este miércoles una retrospectiva dedicada a la modista italiana Elsa Schiaparelli (1890-1973), con la voluntad de recuperar la figura de una de las leyendas del siglo XX, conocida especialmente por sus creaciones surrealistas y su rosa fucsia.