Chile anuncia la cuarta dosis de la vacuna y marca la pauta en una región desigualmente protegida frente a ómicron

Chile anuncia la cuarta dosis de la vacuna y marca la pauta en una región desigualmente protegida frente a ómicron


El anuncio de Chile de que impartirá la cuarta dosis de la vacuna a partir de febrero —el segundo país del mundo que ha confirmado su intención de hacerlo después de Israel— marca la pauta de la vacunación en América Latina, una región con niveles de protección muy desiguales que ve cómo los contagios de la variante ómicron se disparan en Europa y Estados Unidos. Esa tendencia, atendiendo al desarrollo de olas anteriores de la pandemia, puede significar un pronto repunte también en algunas zonas de la región que tienen fuertes vínculos con ellas.

Cuando se ha reportado 117 casos de la variante ómicron en Chile, el Ministerio de Salud anunció el jueves que prepara un nuevo refuerzo de vacunación contra la covid-19. El proceso arrancará a mediados de febrero, según anunció el ministro Enrique Paris, y comenzará con grupos vulnerables como adultos mayores, profesional sanitario y personas enfermas crónicas, de acuerdo al calendario que será informado por la cartera. Es la estrategia de Chile de cara a la temporada de otoño y de invierno de 2020 que arranca en marzo, como en todo el Hemisferio Sur, dado que existen evidencias que la inmunidad disminuye al sexto mes.

“Tenemos una gran cantidad de Pfizer ahora, también AstraZeneca y podemos acceder a Sinovac. Hay estudios que demuestran que Sinovac está funcionando muy bien contra Ómicron, por ejemplo, así que tenemos disponibilidad de vacunas”, explicó Paris, que culmina sus funciones el 11 de marzo próximo, cuando la Administración de Sebastián Piñera entregue el poder a Gabriel Boric. De acuerdo a las primeras conversaciones entre ambas gestiones, el presidente electo tiene la intención de ofrecerle a determinados cargos técnicos del área de la salud que lo sigan acompañando para controlar la pandemia, para darle continuidad el proceso de vacunación, por ejemplo.

Justamente este 24 se conmemora un año desde el inicio del proceso de vacunación en el país sudamericano, lo que fue conmemorado este viernes por Piñera, que lideró las negociaciones de compra. Con más de 48 millones de dosis ya arribadas, el ministerio de Salud ha informado que se han administrado 43,36 millones dosis de vacuna contra la covid-19 en Chile para una población de unos 19 millones. De esta forma, un 91,9% de la población objetivo, de más de 18 años, se ha vacunado. Además, se han administrado 5.612.633 dosis a personas que tienen entre tres y 17 años. Actualmente, toda la gente adulta que lo ha querido tiene puestas sus tres dosis y, según el calendario, en estos días se avanza con la vacunación de primera dosis a los niños y niñas entre tres y cinco años. Esta semana, la agencia Bloomberg ubicó a Chile en el primer lugar de su ránking de resiliencia ante la covid-19 y como el mejor lugar del mundo para estar en diciembre, ante el crecimiento de la variante ómicron.

Las grandes diferencias en América Latina

Por otra parte, este jueves Ecuador se convirtió en el primer país latinoamericano en decretar la vacunación obligatoria para toda su población. El país sudamericano tiene al 69% de sus 17,7 millones de habitantes vacunados con dos dosis, pero su Gobierno ha apelado a la Ley Orgánica de la Salud que “declara la obligatoriedad de las inmunizaciones contra determinadas enfermedades, en los términos y condiciones que la realidad epidemiológica nacional y local requiera”.

Frente a estas medidas concretas, ómicron llega con una protección muy desigual en función al país. Según las estadísticas que recopila la web Our World In Data, Cuba lidera junto a Chile las estadísticas regionales de porcentajes totales de vacunación, seguidas de Argentina y Uruguay. La isla caribeña ha dado un gran impulso a la inmunización de su población en los últimos meses con las vacunas de fabricación local Soberana 02, Abdala y Soberana Plus, aprobadas por la agencia reguladora cubana pero que todavía se encuentran en proceso para recibir la validación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En total, ha sido vacunada un 91% de la población, el 74% con el esquema completo.

En el extremo opuesto está Haití, con poco más del 1% de su población vacunada (solo el 0,62% con la pauta completa). Ese país y Guatemala (donde está inmunizada el 35% de la población) no van a alcanzar el objetivo impuesto por la OMS de proteger al menos al 40% de la población con ambas dosis. Tampoco lo harán otras pequeñas naciones caribeñas como San Vicente y las Granadinas, Santa Lucia y Granada.

En el medio de esos dos extremos hay toda una serie de diferencias y matices entre países, pero también dentro de ellos entre zonas rurales y urbanas. Estados Unidos, por ejemplo, pese a haber sido el país de la región que más acceso ha tenido a vacunas —incluidas terceras dosis— no ha logrado convencer a su población de los beneficios de inmunizarse (en estos momentos el 61% de la población está totalmente inmunizada y el 11% tiene una dosis).

Además de ese país y Chile, hay otras naciones de la región como Colombia, Brasil y Argentina que ya llevan adelantado su programa para poner las terceras dosis. El avance de la nueva y contagiosa variante ha provocado también que México anuncie esta semana que está en marcha un refuerzo de la vacunación, pero no se plantea de momento medidas más duras como las vistas en algunos países de Europa como confinamientos o restricciones a los viajes. El país cuenta con el 83% de su población vacunada con el esquema completo. La tercera dosis se ha comenzado a aplicar ya a los grupos más expuestos al contagio y a los más vulnerables.


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