El Ejército chino ha comenzado este jueves sus maniobras militares más importantes en décadas alrededor de Taiwán, unos ejercicios con fuego real que se prolongarán hasta el domingo y que, según el Ministerio de Defensa de la isla, equivalen a un “bloqueo marítimo y aéreo”. La demostración de fuerza por parte del Ejército Popular de Liberación tiene lugar un día después de la controvertida visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi. Su estancia en la isla, que funciona de facto como un Estado independiente y que Pekín considera parte inalienable de su territorio, duró apenas 24 horas pero bastó para indignar al gigante asiático, que ha advertido al G-7 de que responderá “ante cualquier violación de su soberanía”.
En respuesta a este viaje que, para China, alienta lo que considera veleidades secesionistas del Ejecutivo taiwanés, Pekín inició simulacros con fuego real en las aguas en torno a Taiwán, alrededor de las 12.00 de este jueves (las 6.00 de la mañana en horario peninsular español). El ejército chino ha lanzado incluso misiles balísticos cerca de las islas Matsu, en aguas taiwanesas, según el Ministerio de Defensa de la isla. Estos ejercicios militares incluyen el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas alrededor de la isla. Una de ellas está situada a solo 20 kilómetros de la costa de Kaohsiung, la principal ciudad del sur de Taiwán. Taipéi asegura que monitorea de cerca los ejercicios y que sus fuerzas se preparan para un conflicto, pero que no lo busca.
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Desde el gobernante Partido Progresista Democrático de Taiwán han condenado estos simulacros, que han calificado de “irresponsables” e “ilegítimos” por realizarse en las vías navegables y rutas aéreas internacionales más transitadas de la región. El G-7 y la Unión Europea han condenado también en un comunicado conjunto las maniobras y señalado que “no hay justificación en usar una visita como pretexto para una actividad militar agresiva”. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, ha reproducido esa misma cita en un tuit en el que se expresa a su vez la “preocupación” de la UE y del G-7.
There is no justification to use a visit as pretext for aggressive military activity in the Taiwan Strait. It is normal and routine for legislators from our countries to travel internationally.
We encourage all parties to remain calm, exercise restraint, act with transparency. https://t.co/b760G8L0J4
— Josep Borrell Fontelles (@JosepBorrellF) August 4, 2022
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El portavoz de la Misión China ante la Unión Europea, Zhang Ming, ha contestado a este comunicado advirtiendo de que responderá ante cualquier violación de su soberanía, a la vez que ha instado a Estados Unidos a ser responsable de sus actos. “Taiwán forma parte del territorio chino y entrometerse en sus asuntos es una violación de su soberanía”, ha declarado Ming en una nota compartida por su oficina, donde ha subrayado “cualquier acción que viole la soberanía y la integridad territorial de China será devuelta”.
Taiwán no es una región administrativa especial de China, como sí sucede con Hong Kong y Macao, sino que funciona como un Estado de facto. Los taiwaneses eligen democráticamente a su Gobierno, cuentan con su propia Constitución y con un ejército con unos 300.000 efectivos. Para China, la isla es solo una provincia “rebelde” con un ejecutivo “ilegítimo”. Las relaciones diplomáticas del gigante asiático con el resto de los países se basan en el principio de una sola China; es decir, China no hay más que una, y esta incluye a Taiwán.
El diario chino Global Times, propiedad del Partido Comunista y de línea editorial nacionalista, ha reconocido, citando a analistas militares que los ejercicios “no tienen precedentes” y que por primera vez misiles sobrevolarán Taiwán. La Oficina de Asuntos de Taiwán —agencia administrativa que responde ante el Consejo de Estado chino— ha expresado este jueves que las diferencias entre la parte continental y la isla son “asuntos internos de China”, y han defendido que las maniobras son “un castigo a las fuerzas independentistas y externas”. Pekín defiende estos ejercicios, así como otras maniobras realizadas los últimos días alrededor de Taiwán, como “justos y necesarios” y culpa a Estados Unidos y sus aliados de la escalada.
La reacción de Taiwán
Taipéi asegura que monitorea de cerca los ejercicios y que sus fuerzas se preparan para un conflicto, pero que no lo busca. “El Ministerio de Defensa Nacional sostiene que mantendrá el principio de prepararse para la guerra sin buscar la guerra, con la actitud de no escalar el conflicto ni causar disputas”, asegura el Gobierno taiwanés en un comunicado. Por su parte, Yu Chien-chang, alto funcionario del departamento legal del Ministerio de Defensa de Taiwán, considera que los ejercicios “equivalen a un bloqueo aéreo y marítimo” porque “se solapan con nuestras aguas territoriales y nuestro espacio aéreo, y violan gravemente nuestra soberanía”.
El Ministerio de Transporte taiwanés ha asegurado que los barcos que lleguen a o salgan de Taiwán tendrán que sortear las zonas en las que el Ejército chino está realizando sus prácticas, una situación que, de prolongarse en el tiempo, podría tener un impacto en las comunicaciones de la isla. Según medios locales, los simulacros chinos han afectado a 18 rutas aéreas internacionales de la isla y más de 900 vuelos se han visto obligados a modificar su ruta.
Ante la reciente escalada, Taipéi asegura que sus fuerzas armadas están monitoreando de cerca la situación en el estrecho y en las islas periféricas, y que todas sus tropas están llevando a cabo entrenamientos diarios. Las autoridades militares avisan de que el Ejército continuará reforzando su nivel de alerta y reaccionará a la “situación enemiga” de manera apropiada. La cartera de Defensa también ha informado de que, el miércoles, Taiwán registró la entrada de 27 aviones militares chinos en su autodefinida Zona de Identificación de Defensa Aérea, por lo que su Ejército activó una patrulla aérea de combate, emitió advertencias por radio y desplegó sistemas de defensa por misiles para monitorear los aparatos chinos. Además, unas horas después de que Pelosi volara hacia Corea del Sur (la cuarta parada de su gira por Asia-Pacífico), las fuerzas taiwanesas tuvieron que disparar bengalas a las 21.00 y las 22.00 en hora local (seis horas menos en horario peninsular español) para ahuyentar un dron militar chino que sobrevolaba las inmediaciones de las islas Kinmen (también conocidas como Quemoy).
Un helicóptero militar chino sobrevuela la isla de Pingtan, cerca de Taiwán, este jueves. HECTOR RETAMAL (AFP)Ciberataque
El Ministerio de Defensa taiwanés también ha comunicado que su página web sufrió el miércoles por la noche un ciberataque desde el extranjero y perdió la conexión a internet de manera temporal. Lo mismo ocurrió a varias páginas gubernamentales, incluida la de la Oficina Presidencial, mientras Pelosi volaba el martes en dirección a Taipéi.
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