Una de cal y una de arena. Un día después de que la conversación a tres entre el presidente chino, Xi Jinping, el francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz se desarrollara con aparente razonable cordialidad, y todos acordaran apoyar las negociaciones entre Rusia y Ucrania, el Ministerio de Exteriores chino ha retomado su argumentario: que la OTAN, y sobre todo Estados Unidos, son responsables de que las tensiones entre Rusia y Ucrania llegaran “al límite” y estallara la guerra.
“Lo que la OTAN, liderada por Estados Unidos, ha hecho es lo que gradualmente ha llevado al conflicto entre Rusia y Ucrania al límite”, ha sostenido el portavoz Zhao Lijian en la rueda de prensa diaria del Ministerio en Pekín. “Obviando sus propias responsabilidades, en su lugar, Estados Unidos critica la posición de China en la cuestión ucrania” e intenta “perjudicar a China y Rusia al mismo tiempo para mantener su hegemonía”, ha asegurado.
China, que ha adoptado una posición de neutralidad sesgada hacia Rusia, no ha condenado la invasión rusa de Ucrania. En cambio, sostiene que la presión de Estados Unidos y la perspectiva de una futura ampliación de la OTAN dejaron sin respuesta las “preocupaciones legítimas de seguridad” del presidente ruso, Vladímir Putin, lo que precipitó el conflicto.
Aunque las acusaciones contra la OTAN y Estados Unidos son casi diarias en las declaraciones de los dirigentes y funcionarios chinos sobre la guerra, Xi optó por dejarlas fuera de la conversación con Macron y Scholz. O, al menos, no figuran en el comunicado oficial de Pekín sobre el encuentro telemático.
Haciéndose eco de lo que ya había expuesto el día antes el presidente chino en su conversación con los líderes europeos, el portavoz ―el representante más célebre de la nueva generación de la nueva diplomacia china conocida como de los “guerreros lobos”, más agresiva verbalmente en la defensa de los intereses de su país― criticó las sanciones que Occidente ha impuesto a Moscú como represalia por el ataque al país vecino.
“Las sanciones nunca han sido una manera efectiva de resolver los problemas. China se opone firmemente a ninguna forma de sanciones unilaterales”, declaró Zhao. El día previo, Xi había expuesto a Macron y Scholtz que este tipo de medidas pone en peligro la recuperación económica global tras la pandemia y puede tener consecuencias sobre las cadenas de suministro, la energía, el transporte y las operaciones financieras globales.
“A la hora de afrontar la cuestión ucrania y sus relaciones con Rusia, Estados Unidos debería tomar en serio las preocupaciones de China, y no perjudicar los derechos y los intereses de China de ninguna manera”, agregó el portavoz.
Desde que el lunes el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, indicara en una rueda de prensa la disposición de su país a desempeñar un papel mediador “si resulta necesario” y “junto a la comunidad internacional”, las miradas se han vuelto hacia Pekín como posible intermediario en el conflicto. Ucrania ya le había pedido su intercesión, en una conversación entre el ministro de Exteriores de ese país y el propio Wang.
En un gesto simbólico, China ha enviado el primer cargamento de ayuda humanitaria de su Cruz Roja a la de Ucrania. Según ha indicado Zhao, el cargamento, por valor de cinco millones de yuanes o 790.000 dólares, incluye alimentos y artículos de primera necesidad.
Al tiempo que cuenta con buenas relaciones con Kiev, China tiene —al menos en teoría— capacidad de presión sobre Rusia. La duda de analistas y diplomáticos es si querrá ejercerla. Los dos son socios estratégicos, en una relación que ambos gobiernos han venido estrechando a lo largo de la última década y que se elevó a un nivel nunca visto durante la reunión del pasado 4 de febrero en Pekín entre Putin y Xi con ocasión de la inauguración de los Juegos Olímpicos de invierno.
Entonces, ambos líderes suscribieron una declaración conjunta en la que describen su cooperación como un lazo “sin límites”. En su rueda de prensa, Wang quiso dejar claro que la invasión no ha afectado esa cercanía. Los lazos entre ambos gobiernos, subrayó, son “sólidos como una roca” y la cooperación entre los dos países continuará haciéndose más y más profunda “por sombría que sea la situación”.
En la reunión virtual del martes, Xi subrayó que los tres gobiernos deben apoyar las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania que se desarrollan en la frontera bielorrusa y de las que se han completado ya tres rondas, sin apenas avances. Europa, de un lado, y China, de otro, deben promover que los dos bandos “mantengan el impulso de las negociaciones, superen las dificultades y continúen las negociaciones para alcanzar resultados y lograr la paz”, indica la versión de la reunión divulgada por Xinhua.
“China deplora profundamente ver una nueva guerra en Europa”, aseguró el presidente chino, que pidió la “máxima contención” en lo que representan sus comentarios públicos más directos hasta el momento sobre el conflicto bélico.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.