China informó el viernes su recuento diario más alto de nuevos pacientes con COVID-19, en un brote que comenzó a fines de julio, impulsado por un aumento en las infecciones de transmisión local.
Los funcionarios culparon de los últimos brotes sobre todo a la variante Delta, altamente transmisible, aunque no ha provocado una infección generalizada en algunas ciudades, mientras que los casos en varias zonas muestran signos iniciales de que podrían estar aliviándose.
China informó 124 nuevos casos confirmados para el jueves, dijo la Comisión Nacional de Salud (NHC), frente a los 85 del día anterior. De las nuevas infecciones confirmadas, 80 se transmitieron localmente, frente a las 62 del día anterior, agregó.
Los casos confirmados son pacientes que muestran síntomas como tos o fiebre, o signos de infección cuando se escanean. China no incluye los casos asintomáticos en su recuento hasta que aparecen los síntomas de la enfermedad.
Los casos locales fueron impulsados por un aumento de las infecciones en la provincia oriental de Jiangsu, que reportó 61 nuevos casos locales para el jueves, frente a los 40 de la víspera.
Las últimas infecciones se produjeron principalmente en la ciudad provincial de Yangzhou, en la parte baja del río Yangtzé, cerca del polo comercial de Shanghái.
Para mantener el virus dentro de sus fronteras, Yangzhou clausuró las entradas de pasajeros en dos estaciones de tren el viernes. Ya ha suspendido los vuelos domésticos y el flujo de taxis y vehículos de transporte con otras ciudades.
El coronavirus surgió por primera vez a fines de 2019 en la ciudad central de Wuhan, en la provincia de Hubei, pero hasta hace poco China había logrado evitar en gran medida cualquier brote local importante provocado por infecciones importadas del extranjero.
(Reuters)
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