El mundo se encuentra en estado de máxima alerta por el coronavirus. En China hay más de 50 millones de personas en cuarentena en Wuhan, la ciudad donde comenzó la epidemia, y varias ciudades próximas. Hacerse con mascarillas se ha convertido en una misión prácticamente imposible en el país asiático. Así que en los últimos días se ha vuelto normal ver a chinos con botellas en la cabeza para evitar el contagio.
Faltan mascarillas para protegerse del coronavirus
Las mascarillas están agotadas en todas las farmacias y establecimientos de China. Donde todavían quedan algunas se producen colas de varias horas para tratar de hacerse con ellas, y en algunos casos los ciudadanos han acabado peleándose.
Ya hay más de 6.000 afectados por el coronavirus y la cifra de víctimas mortales supera la centena. Así que, ante esta situación desesperada, la escena de chinos con botellas en la cabeza paseando por lugares públicos se ha vuelto habitual.
Además de las botellas de agua, hay quienes utilizan bolsas de plástico, protectores y cualquier tipo de artefacto plástico para evitar contagiarse.
Cualquier medida de prevención es poca ante la epidemia. Hay auténtico pavor a contagiarse del coronavirus en China. Tanto es así que en los pueblos que se encuentran cerca de Wuhan se han levantado muros de ladrillos para aislarse, e incluso se han llegado a destruir carreteras para impedir que los habitantes de Wuhan, posibles portadores de la enfermedad, lleguen hasta allí.
En muchas ciudadades chinas hay barrios enteros que se encuentran aislados, con bloques de viviendas y oficinas tapiados ante el miedo de que los ocupantes estén infectados.
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