Chocan VW y Barbosa por reapertura

La armadora dice que ha adoptado todas las medidas dictadas por el gobierno de Puebla, y el gobernador responde que la prioridad es la salud

Al tiempo que armadoras japonesas anuncian la reanudación de operaciones, entre VW de México y el gobierno del poblano Luis Miguel Barbosa acentúan las discrepancias en torno de la fecha para la reapertura de actividades en el estado.

El viernes 22 el gobierno estatal emitió un decreto de carácter temporal que señala que en Puebla no hay condiciones para que la industria automotriz y de la construcción reanuden actividades, por estar la pandemia en una fase de crecimiento que indica “máxima alerta”, y que la disposición tendrá vigencia hasta que se decrete que existen las condiciones sanitarias y de seguridad de la población.

Representantes de las armadoras en el país y de fabricantes de autopartes hicieron el domingo un llamado urgente al gobernador Barbosa para que dé por concluida la vigencia de un decreto publicado dos días antes que indica que en el estado no hay condiciones para que la industria automotriz y de construcción reinicien actividades.

“Solicitamos de manera respetuosa al gobierno de Puebla que dé por concluida la vigencia del periodo del decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado de Puebla el pasado viernes 22 de mayo de 2020 y que se nos permita iniciar la preparación, limpieza y planeación de nuestras plantas lo antes posible, con el fin de comenzar de manera paulatina y escalonada, la producción de vehículos, autopartes, comercialización y toda la cadena de valor”, dice el comunicado la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), la Industria Nacional de Autopartes (INA), el Clúster Automotriz Zona Centro (CLAUZ), así como la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin).

VW de México, cuya sede central está en ese estado, reaccionó al decreto con tono más enérgico y señaló que pese a contemplar alrededor de 100 medidas de higiene y prevención, “desde la óptica del Gobierno del Estado de Puebla estas medidas no son suficientes para superar las premisas que ha establecido de alerta máxima en esta situación sanitaria en la entidad”, por lo que la compañía no emitiría más pronunciamientos relacionados con sus operaciones hasta que el desarrollo de la situación y las circunstancias lo ameriten y el decreto deje de tener efectos.

La empresa advirtió con tono igualmente enérgico que en la empresa permanecerían atentos a “las opciones que conforme a derecho le permitan llevar a cabo sus actividades, considerando asimismo las difíciles situaciones que ya enfrenta su cadena de suministro y los clientes de diversos componentes y productos tanto en México como en el extranjero”.

El lunes 25 el gobierno de Puebla respondió únicamente al comunicado de Volkswagen indicando que, pese a estar conscientes de la importancia de la industria automotriz para la entidad y de la situación que vive el sector, se debía priorizarse la salud y la vida de las personas, pero no aludió a la vigencia del decreto.

Además de VW y Audi, Kía Motors también espera la autorización final del sector salud de Nuevo León para reabrir la planta, dijo un vocero, quien agregó que ya trabajan en la preparación de procesos, calibración de equipo y abastecimiento, y que ya cuentan con lineamientos de seguridad.

Un día de anuncios

Mientras las alemanas Volkswagen y Audi siguen en espera de la autorización oficial, las japonesas Nissan y Toyota dijeron que preparan la reapertura escalonada de sus plantas y se sumaban así a Honda, que comenzó a retomar de forma progresiva el negocio la semana pasada.

Armadoras, agencias de autos y fabricantes de autopartes cerraron temporalmente a finales de marzo por instrucción del gobierno federal, pero el 12 de mayo las fábricas fueron incorporadas al listado de actividades económicas esenciales para que reabra el 1 de junio, pese a que México se encuentra entre los diez países con más fallecidos en el mundo.

“El arranque gradual iniciará con la reincorporación de nuestras actividades directamente relacionadas con manufactura de vehículos y autopartes, en fechas específicas para cada una de las instalaciones”, dijo el lunes en un comunicado la filial mexicana de Nissan, con fábricas en los estados Aguascalientes y Morelos.

Poco después, un portavoz de Toyota dijo a Reuters que la compañía se encuentra “en periodo de preparación para el reinicio gradual, cauto y ordenado” de sus operaciones en los estados Baja California y Guanajuato, que incluye actividades de capacitación y pruebas de producción.

El permiso para reabrir la industria automotriz, junto con el minero y el de la construcción, se dio en medio de presiones de las empresas de ese sector, que emplean un millón de trabajadores en el país, y las autoridades de Estados Unidos para que las dos naciones vuelvan a poner en marcha de forma coordinada las cadenas de producción de ese negocio.

97 mil empleos en Puebla

En su comunicado, los organismos empresariales indicaron del domingo que la industria automotriz da empleo a 97 mil personas en Puebla, de un total de 980 mil en el país, y agregaron que a lo largo de la emergencia sanitaria la industria y quienes forman parte de la cadena productiva, personal de plantas, administración, distribuidores, autopartes, etcétera, han sido respetuosos y conscientes que la prioridad absoluta es proteger la salud de los trabajadores, clientes, proveedores y las comunidades donde tienen operación.

“Volkswagen de México ha realizado todos los esfuerzos necesarios para satisfacer los protocolos y requisitos que en materia sanitaria se han establecido hasta la fecha por las autoridades federales para gestionar la autorización de un reinicio de actividades paulatino y ordenado que procure la seguridad de nuestros empleados y la comunidad”, dijo también la empresa alemana. (Con información de Reuters)




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