LONDRES – El conductor del camión frigorífico en el que fueron hallados el pasado 23 de octubre 39 cadáveres de ciudadanos vietnamitas en Essex, Inglaterra, se declaró este lunes culpable de prácticas de inmigración ilegal.
El norirlandés Maurice Robinson, de 25 años, compareció el lunes mediante videoconferencia, desde la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, ante el tribunal penal de Old Bailey, en Londres.
Está acusado de 39 cargos de homicidio y otros delitos por su implicación en el trágico suceso.
El hombre conducía la cabina del trailer hallado en un complejo industrial de la localidad inglesa de Grays, donde aparecieron los cuerpos sin vida de 31 varones y 8 mujeres, todos procedentes de diferentes regiones de Vietnam, entre los que figuraban diez adolescentes, dos de ellos de 15 años.
El camión fue localizado al poco de haber llegado al país en ferry desde el puerto belga de Zeebrugge.
En la audiencia, Robinson admitió ante la corte londinense haber conspirado para ayudar en actividades ilegales de inmigración entre el 1 de mayo de 2008 y el 24 de octubre de 2019.
También se declaró culpable de haber adquirido “bienes, producto de actividades delictivas”, en este caso, dinero, durante ese periodo.
Este domingo, otro nacional de Irlanda del Norte fue acusado formalmente de delitos de tráfico de personas relacionados con ese suceso, que conmocionó al Reino Unido al plantear los riesgos que presentan las mafias de trata de personas.
Ese individuo, Christopher Kennedy, de 23 años y natural de la localidad de Darkley, en el condado de Armagh, fue detenido en la madrugada del pasado viernes en una carretera del país.
Se le acusa de conspiración para facilitar el viaje ilegal de personas con vistas a actividades de explotación y de conspirar para infringir la legislación de inmigración británica.
También se han iniciado los procesos de extradición en Irlanda para traer al Reino Unido a Eamonn Harrison, de 22 años, detenido en virtud de una euro orden por su supuesta implicación en el suceso.
Como parte de la investigación, la Policía ha urgido además a los hermanos norirlandeses Ronan y Christopher Hughes a que se entreguen como sospechosos de homicidio y trata de personas.