El gobierno del presidente Donald Trump anunció el cierre de una de las mayores instalaciones para la detención de niños migrantes, fuertemente criticada por activistas y legisladores.
El centro de detención en Homestead, Florida fue vaciado en agosto pero se mantenía operativo por si no quedaba espacio para jóvenes migrantes que habían cruzado la frontera entre Estados Unidos y México.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés) dijo el lunes que ha reducido la capacidad de camas en el centro de 1,200 a cero y que aproximademente 2,000 miembros del personal serán despedidos.
Varios candidatos demócratas visitaron el centro durante al hacer campaña en el sur de la Florida, criticando a la administración por retener niños en un abarrotado centro de detención manejado por una compañía ligada al exjefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly.
La compañía Comprehensive Health Services Inc. recibió un contrato de $341 millones este año para operar el centro.
Funcionarios del HHS dijeron que el contrato con Comprehensive termina el 30 de noviembre, pero el HHS mantendrá accesso al centro en Homestead para “afluencias temporales.”
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