Desde un tinto fruto de las bondades de la biodinámica, en cuya producción se apuesta por la integración de la cepa en su entorno natural y un acertado uso de cubiertas vegetales espontáneas a un blanco de Rioja con el protagonismo absoluto de la viura procedente de cepas viejas (algunas con más de 80 años), estos son los cinco vinos escogidos por Carlos Delgado, crítico enológico de El Viajero, durante el pasado mes de enero. Cinco deliciosos tragos para caldear el invierno.
La Nota (Sol) 2016
A partir de una selección de las mejores cepas de tempranillo y una crianza de 26 meses en barricas nuevas de roble francés extrafino, un tinto que sorprende por su finura.
La puntuación de nuestro crítico: 9,4+
Monte Real Cuvée 2017
Un tinto con gran potencial, donde la madera destaca sobre la abundante y fresca frutosidad. Goloso, su presencia en boca resulta potente y vibrante.
La puntuación de nuestro crítico: 9,3
Pepe Mendoza Pureza 2019
La elaboración artesanal de este blanco, en ánforas de barro donde permanece varios meses con sus lías, hace que gane en complejidad aromática y volumen. Ofrece una expresión singular de la moscatel de la Marina.
La puntuación de nuestro crítico: 9,2+
Llenca Plana 2018
Una apuesta limpia por la personalidad de la uva cariñena, en un tinto del Montsant que consigue un aroma expresivo y fresco, con notas de fruta silvestre roja y negra.
La puntuación de nuestro crítico: 9,2
Villota Blanco 2017
La elaboración borgoñona clásica de este blanco lo fía todo al terruño y a la calidad de las cepas de viura, plantadas en 1975. Jugoso, amplio, elegante y vivaz por la boca.
La puntuación de nuestro crítico: 9,2+
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