Ciudadanos atacará a Feijóo en campaña aunque vaya de la mano del PP en Euskadi

La candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Xunta, Beatriz Pino, durante la presentación de su candidatura en la Torre de Hércules en A Coruña este sábado.
La candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Xunta, Beatriz Pino, durante la presentación de su candidatura en la Torre de Hércules en A Coruña este sábado.Kiko Delgado / EFE

Las alianzas cruzadas de Ciudadanos en la nueva etapa bajo el liderazgo de Inés Arrimadas obligan al partido a manejarse en el equilibrio, a veces sobre una finísima cuerda de equilibrista. La campaña de las próximas elecciones gallegas y vascas del 12 de julio será uno de esos momentos de contrapesos medidos al detalle, donde cada paso de un lado puede causar problemas por el otro. El partido de Arrimadas concurre en solitario a las urnas en Galicia, porque Alberto Núñez Feijóo no aceptó la coalición electoral que sí suscribieron con el PP vasco, y Cs le devolverá al presidente gallego esa negativa convirtiéndolo en blanco de sus ataques, con la aparente contradicción de que en el País Vasco toda su campaña será conjunta con el PP. Inés Arrimadas interrumpirá su baja de maternidad para participar en dos mítines: en Euskadi compartirá cartel con Pablo Casado, líder del PP.

Ciudadanos parte con complicadas perspectivas en las primeras elecciones de 2020, que cogen al partido en un momento de recuperación del varapalo de las generales de noviembre pero con la mala fortuna de que Galicia y País Vasco son dos plazas que tradicionalmente se le han resistido. En ninguna de las dos Cs tiene representación autonómica, y ese es su principal objetivo en las urnas este 12 de julio. “No tenemos nada que perder”, enfatizan en la dirección de Cs. En el País Vasco el propósito es algo mejor que en Galicia, porque la coalición con el PP podría granjearles, según sus cálculos, dos diputados, aunque la suma lograría los mismos escaños que obtuvo el PP en solitario en las últimas elecciones en función de sus previsiones. En Galicia, la periodista Beatriz Pino tiene el reto de conseguir un diputado en una campaña complicadísima por la hegemonía de Feijóo.

Para lograrlo, Cs tratará de desgastar al candidato del PP a la presidencia de la Xunta. “Evidentemente habrá que sacarle los colores a Feijóo. El PP no tiene nada que ver en Galicia con el PP nacional”, subrayan fuentes de la dirección de Ciudadanos, que preparan un despliegue “original” de campaña de enfoque deportivo y centrada sobre todo en la provincia de Pontevedra, donde si Cs logra los mismos 23.000 votos que logró allí en las generales podría obtener un escaño. Las mismas fuentes consultadas enfatizan que Manuel Fraga perdió la mayoría absoluta del PP en 2005 “por 11.000 votos” y que en esta elecciones se espera un grado de abstención “altísimo” que provoca una alta incertidumbre en el resultado.

A diferencia de Galicia, en Euskadi la campaña de Cs estará totalmente unida al PP, con todos los actos conjuntos. La alianza se reforzará en el Congreso de los Diputados con la presentación de preguntas escritas conjuntas al Gobierno de PP y Cs, y con ese mitin central protagonizado por Casado y Arrimadas por primera vez juntos en un acto electoral. La líder de Cs interrumpirá su baja de maternidad solo en dos ocasiones, una para ir a Euskadi y otra para un acto en Galicia en el que arropará a su candidata.

En Cs destacan que la relación con el PP está “mejor que nunca” pero la campaña coincide con la estrategia de pactos con el Gobierno de Pedro Sánchez, una apuesta por la que la portavoz parlamentaria de los populares, Cayetana Álvarez de Toledo, ha lanzado críticas a Cs. El partido de Arrimadas tiene intención de seguir negociando con el Ejecutivo mientras se maneja en los equilibrios de las dos primeras campañas de 2020.


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