A un año del colapso de la Línea 12 de Metro de Ciudad de México, una tragedia en la que fallecieron 26 personas y más de un centenar resultaron heridas, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, ha expresado su solidaridad absoluta. “Desde el primer momento hablé con las familias. Cada familia tiene hasta hoy un servidor público que atiende sus necesidades, de forma cercana y humana, y han recibido una indemnización económica”, ha asegurado la jefa de Gobierno de la capital. Según los datos oficiales, se han entregado 21 becas académicas, 251 becas económicas a menores (de entre 2.000 y 6.000 pesos), se consiguieron 114 empleos, se asignaron 71 departamentos nuevos, y se dan mensualmente ayudas a 33 familias para pagar la renta. Además, la mayoría de las víctimas llegaron a acuerdos reparatorios con el Grupo Carso, propiedad del magnate Carlos Slim y parte del consorcio constructor de la obra. Esos acuerdos fueron firmados por el 91% de los afectados y repartieron alrededor de 300 millones de pesos (14,7 millones de dólares). “Nada sustituye la pérdida de un ser querido, pero nuestra obligación es estar cerca, cumplir la ley de víctimas y otorgar el apoyo necesario”, ha agregado la jefa de Gobierno.
Un grupo de víctimas, sin embargo, continúa reclamando. Algunos no han aceptado los acuerdos porque los consideran una “burla” o porque les resultan insuficientes. Otros creen que, lamentablemente, nunca habrá justicia. “Hay procesos penales a personas físicas y morales que aún continúan y algunas víctimas que han decidido seguir con sus juicios están en su derecho”, ha reconocido este martes la jefa de Gobierno. Sheinbaum ha señalado que la Fiscalía “determinó que en vez de empezar un largo camino de juicios era necesario facilitar el proceso de reparación”. “Para que haya justicia se requieren sanciones, sí, pero sobre todo se requiere reparar el daño y garantizar la verdad sobre los hechos a toda la sociedad”, ha dicho.
El peritaje oficial, difundido en septiembre, cuatro meses después de la tragedia, apuntaba a una falla estructural en la construcción y diseño original de la infraestructura como causa del colapso, aunque obviaba posibles problemas de mantenimiento en la línea desde su construcción y tras el terremoto de 2017. El grupo de víctimas que no ha aceptado firmar ningún acuerdo presentó hace una semana un peritaje que apunta a fallas en el diseño, la construcción y el mantenimiento y concluye que la tragedia podría haberse evitado. El estudio apunta contra las empresas vinculadas y las Administraciones responsables de la circulación de la Línea 12 —la de Marcelo Ebrard (2006-2012), la de Miguel Ángel Mancera (2012-2018) y la de Sheinbaum—.
“Conozco perfectamente la urgencia por recuperar la Línea 12. Este proceso ha tomado más tiempo del que hubiéramos querido por su extensión y complejidad”, ha dicho este martes la jefa de Gobierno. Según ha detallado la política, actualmente los expertos desarrollan un proyecto ejecutivo que está “muy avanzado”. “El próximo mes podrán ver en obra los trabajos de rehabilitación y habrán llegado a su fase de mayor intensidad en un mes y medio, con 32 frentes de obra”, ha asegurado. Estos trabajos servirán para “incrementar la resistencia de la estructura existente” y resolverá “las deficiencias en diseño y de construcción identificadas por los peritajes”. Además, en el tramo subterráneo de la línea, ha iniciado la rehabilitación del sistema de drenaje, el de bombeo y la captación de agua. “Nuestro objetivo es que los usuarios de la Línea 12 estén seguros”, ha afirmado Sheinbaum, que estima que la obra estará completa “de ser posible, este año”.
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