CNDH bajo control | Artículo

Jacobo Dayán 

Hace un año durante la entrega del premio nacional de derechos humanos 2018 se dio el primer encontronazo entre AMLO y la CNDH de Luis Raúl González Pérez. Ante las palabras críticas del titular de la CNDH, el presidente decidió incluso cambiar su discurso. Así es, ese día AMLO daría la disculpa pública en nombre del Estado mexicano a todas las víctimas del país como se había comprometido el 14 de septiembre en el Segundo Diálogo por la Paz, la Verdad y la Justicia que se llevó a cabo en Tlatelolco. El discurso que había sido preparado en SEGOB y consultado con algunos especialistas fue dejado a un lado. A partir de ese día el embate presidencial en contra de la CNDH no paró. Múltiples descalificaciones sustentadas en falsas declaraciones del presidente se fueron acumulando. La CNDH debía ser controlada por alguien cercano al presidente, esa era la consigna. De manera cínica e ilegal fue designada Rosario Piedra Ibarra meses después.

Un año ha pasado y la CNDH está bajo control. Para claro ejemplo la entrega del premio 2019. Esta se realizó dentro de la conferencia matutina del presidente donde la CNDH se presentó como un órgano de gobierno más en un evento más de la presidencia. Incluso Piedra Ibarra permaneció en toda la conferencia de prensa como cualquier otro miembro del gobierno, a pesar de que algunos secretarios se fueron después de la entrega del premio. Faltaba más, la presidenta de la CNDH permaneció más de una hora escuchando la agenda cotidiana de gobierno.

El discurso de AMLO estuvo repleto de lugares comunes y sus ya tradicionales imprecisiones e incluso mentiras. Rescato aquí algunas frases.

A pesar de que todos los compromisos de la agenda de justicia transicional sobre mecanismos extraordinarios de verdad y justicia han sido abandonados y de que la impunidad continúa en cifras cercanas al 100% afirmó: “siempre vamos a luchar por la justicia y vamos a cumplir todos nuestros compromisos.”

Continuó afirmando que “antes el principal violador de derechos humanos era el Estado”. En efecto, era y sigue siendo. ¿Dónde está la justicia? ¿Qué red criminal, de protección política o de corrupción ha sido desmantelada y llevada a juicio?

En un claro desconocimiento o abierta mentira afirmó que hoy ya “no se permite la violencia, la tortura, el aniquilamiento, las masacres, las desapariciones, la impunidad”. Que alguien de su equipo cercano le pase las notas periodísticas de casi cualquier día o alguno de los informes de la sociedad civil que tanto critican. No solo el presidente tiene otros datos, tiene otra realidad.

Si para el presidente “la paz es fruto de la justicia”, no la alcanzaremos pronto. Nada de lo que se ha hecho apunta al fortalecimiento de fiscalías ni de su independencia ni aparece en el futuro cercano el mecanismo internacional contra la impunidad al que se comprometió en campaña. No hay nada que abone a la justicia y a la verdad. Nada. El mismo día que afirmó esto, en EUA anunciaron la detención de García Luna que se suma a las decenas y decenas de casos que tienen que avanzar fuera del país ya que aquí la impunidad es la norma.

A pesar de que este año ha sido de los peores en cuanto a defensores y defensoras de derechos humanos asesinados, se atrevió a decir que antes “era muy riesgoso luchar por la defensa de los derechos humanos”. Sí, lo era y lo sigue siendo.

Cerró diciendo que “la práctica en los últimos tiempos fue engañar, simular, aparentar de que se protegían los derechos humanos, que se combatía la corrupción, que había transparencia y en realidad todo eso era pura demagogia”. Misma demagogia y mismos síntomas que hay en su gobierno. En México se siguen perpetrando crímenes de lesa humanidad en absoluta impunidad.

Solo un recordatorio para el presidente. Las personas galardonadas y que felicitó por su trabajo fueron elegidas en la gestión anterior de la CNDH que tanto critica. Lástima que el reflector no se haya puesto en las causas y el trabajo de Obtilia Eugenio Manuel y Margarito Díaz González. Lástima que para el gobierno no haya sido relevante hacer un evento especial para ello. No sorprende, en la simulación de este gobierno, se reconoce el trabajo de defensores indígenas mientras se continúa reprimiendo a sus defensores y defensoras y se niega sistemáticamente el derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas para megaproyectos. Se hacen simulaciones lejos de los estándares internacionales. En palabras de María de Jesús Patricio, Marichuy, vocera del CNI: “aumentó la represión a pueblos indígenas desde la llegada de AMLO”.

Por último, no podía faltar el espaldarazo de cierre a Piedra Ibarra. Misión cumplida, la CNDH está bajo control.

@dayan_jacobo

Jacobo Dayán

Especialista en derechos humanos y analista internacional. Fue Director de contenidos del Museo Memoria y Tolerancia de la ciudad de México.

*La opinión aquí vertida es responsabilidad de quien firma y no necesariamente representa la postura editorial de Aristegui Noticias.




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