La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció su disposición de avanzar en un proceso de paz con el futuro Gobierno del izquierdista Gustavo Petro, a quien le pidió implementar las más urgentes reformas económicas y sociales para enfrentar la exclusión y la desigualdad.
Petro, candidato del Pacto Histórico, fue elegido el domingo como el primer presidente izquierdista en la historia de Colombia con 11.2 millones de votos (50.44%) y venció en la segunda vuelta al empresario de la construcción Rodolfo Hernández que alcanzó 10.5 millones de sufragios (47.31%).
“El ELN mantiene activo su sistema de lucha y resistencia política y militar, pero también su plena disposición para avanzar en un proceso de paz que dé continuidad a la mesa de conversaciones iniciada en Quito en febrero de 2017”, dijo el grupo rebelde en un editorial de Voces, su sistema de información semanal.
“Este Gobierno debe encarar los cambios para una Colombia en paz, entre los más urgentes están la inclusión política y económica, una economía soberana sin depredación, y una nueva doctrina de seguridad y derechos humanos”, agregó el ELN.
Petro, quien en campaña prometió impulsar ambiciosos programas económicos y sociales para combatir el hambre, el desempleo, mejorar los sistemas públicos de salud, de educación y entregar una renta básica a los ancianos pobres sin pensión, también anunció su disposición de comenzar una negociación de paz con el ELN.
El político de izquierda, un economista de 62 años que fue senador, alcalde de Bogotá y militó en la guerrilla del M-19, dijo que una negociación con ese grupo rebelde debería ser rápida, al tiempo que se declaró a favor de aplicar el acuerdo de paz de 2016 a los combatientes de las FARC que regresaron a la lucha armada y conformaron disidencias.
El ELN dijo que si el presidente electo, quien toma posesión el 7 de agosto, impulsa los cambios para superar la violencia de la política, avanza en planes de inclusión social que contemplen empleo y emprendimientos para las mayorías, una reforma agraria, un nuevo modelo de lucha contra las drogas y la continuidad del proceso de paz, tendrá el respaldo popular.
“Pero si se instala para hacer más de lo mismo tendrá al pueblo en las calles reclamando cambios con más vehemencia que en 2019 y 2021”, aseguró el ELN refiriéndose a las protestas antigubernamentales, algunas de las cuales desbordaron en actos de violencia y vandalismo en los que murieron decenas de personas.
Las negociaciones de paz de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron debido a sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
Con unos 2,400 combatientes y considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, el grupo guerrillero no tuvo conversaciones de paz con el Gobierno del presidente Iván Duque.
La organización rebelde se negó a cumplir exigencias como la suspensión de las hostilidades, la liberación de las personas secuestradas y la suspensión del uso de minas antipersonales en medio del conflicto interno de casi seis décadas que ha dejado 260,000 muertos y millones de desplazados.
Un ataque con un carro bomba contra una academia policial en Bogotá en enero de 2019, que dejó 22 cadetes muertos, frenó un posible diálogo de paz entre el Gobierno de Duque y esa guerrilla.
(Con información de Reuters)
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