La periodista colombiana María Jimena Duzán, quien en su momento apoyó la candidatura del actual presidente Gustavo Petro e incluso formó parte de las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), publicó una carta abierta al mandatario colombiano en la que lo insta a que aclare sus problemas de salud.
En su columna en la Revista Cambio, Duzán llama al presidente a que si tiene un problema de adicción lo revele públicamente, tras citar a “fuentes” que le aseguran que así es
“Presidente, si usted tiene un problema de adicción, lo invito respetuosamente a que lo devele. La adicción es un problema de salud que afecta a muchos colombianos y aceptarlo no es ni pecaminoso ni es una falla moral”, señala la también politóloga.
Sobre el tema, que ha sido objeto de debate público y de señalamientos de la oposición, Petro se había pronunciado a mediados de agosto en la red social X (antes Twitter): “Ahora quieren confundir el que no vaya a un evento a que tengo supuestas enfermedades”.
Y esta mañana lo hizo de nuevo: “La única adicción que tengo es al café por las mañanas”.
La unica adicción que tengo es al café por las mañanas.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) November 5, 2023
Al inicio de la misiva de este domingo, la periodista aclara que le escribe desde “el respeto y la consideración que merece”, ya que le dio su apoyo en las elecciones de 2022, en las que obtuvo el triunfo en segunda vuelta (50.44%) frente a Rodolfo Hernández (47.31%).
“Su triunfo lo sentí como una bocanada de aire fresco que le devolvió la ilusión a la anquilosada política colombiana […] siempre consideré que su llegada al poder era un acto de madurez porque por primera vez el sistema político le abría las puertas a un proyecto de izquierda, sin matar a su candidato”, dijo.
Foto: Archivo Reuters
Sin embargo, explica que tras un año y medio de gobierno se han perdido muchas oportunidades y se siente el “desgobierno”, al mandatario “se le ve cansado y embolatado con el poder”, como si al haberlo obtenido no supiera qué hacer con él.
Duzán recuerda al presidente colombiano que aunque las fuerzas económicas tengan un poder desmedido, Petro tiene facultades de promulgar decretos, así como formular y ejecutar políticas de Estado, mismas que no utiliza, además de que le recuerda sus constantes ausencias.
“No sé si lo sabe, pero sus continuas ausencias dejan al país en suspenso, lo sumen en la incertidumbre y solo sirven para que sus subalternos amasen poder, gobiernen a su acomodo y le mientan al país fabricando historias para justificar sus ausencias que ya nadie cree”, apunta.
Foto: Archivo Reuters
“Buscando explicaciones sobre por qué usted anda tan atrincherado, me encontré con una posible causa: hay fuentes que me aseguran que las razones de sus desapariciones, las cuales se han vuelto cada vez más frecuentes y prolongadas, tendrían que ver con que usted ha querido mantener oculto un problema de adicción. Si eso es cierto, debería sincerarse, primero con usted mismo, y luego con el país que lo eligió, y contarnos lo que le sucede”, reclama la periodista al presidente.
Le recuerda que si tiene un problema de adicción tiene solución si se trata a tiempo. “Déjese tratar, presidente, que el país y su proyecto político están de por medio. Si usted quiere cambiar a Colombia, de una vez por todas, debería sincerarse y dejar de decirnos mentiras. Lo más difícil de las adicciones es aceptarlas. Una vez eso sucede, el adicto queda liberado y puede empezar su recuperación. Si usted hiciera eso, le quedaría el camino expedito para gobernar y para que el país que lo eligió siguiera creyendo en usted”.
La columnista dice a Petro que “no tiene derecho” a “vivir una doble vida”, porque ello lo convierte en “presa fácil del chantaje y le impide tener una mente clara para gobernar”.
“Este país lo eligió a usted como presidente y lo necesita al mando del timón. Usted mismo ha dicho que las drogas son sobre todo un problema de salud pública y que la guerra contra las drogas fracasó. Confesar que usted sufre de adicción no puede ser un pecado ni una vergüenza, sino un acto de profunda honestidad”, finaliza la carta abierta.