Si siempre has sentido un poco de envidia por esas personas que silban y todo el mundo les oye, debes saber que se trata de una técnica que tú también puedes desarrollar con un poco de paciencia y conociendo cuál es el truco respecto de la posición de las manos y la boca. ¿Cómo silbar con los dedos?
En efecto, éste es un talento más trabajado que natural y no importa si no has aprendido a hacerlo de pequeño. Puedes hacerlo de mayor. Eso sí, es importante que mantengas los labios hidratados porque cuanto más humectados estén más potente será tu silbido.
¿Cómo silbar con los dedos?
Con los labios
Esta es la modalidad más común y sencilla de todas, aunque también la menos potente.
- Solo tienes que fruncir los labios como si fueras a dar un beso, dejando una pequeña abertura entre ellos.
- Expulsa el aliento y notarás que surge un leve sonido. Eso sí, tu boca nunca debe estar apoyada en los dientes, estírala ligeramente hacia delante.
Un truco para mejorar el silbido es mantener tus labios hidratados.
Escoge primero la pareja de dedos con la que te sientas más cómodo, aunque normalmente los índices suelen ser los más efectivos.
- Haz una forma de V invertida con ellos y coloca la punta debajo de tu lengua, justo detrás de los dientes.
- Cierra los labios y sopla con fuerza. Es importante que siempre dejes un pequeño hueco entre los dedos e intenta graduar la potencia del aire. Si expulsas una gran cantidad desde el principio puede ser contraproducente.
Con la lengua
Esta es quizás la modalidad más complicada de conseguir.
- Para empezar debes pegar los labios a los dientes. Al sonreír parecerá como si no tuvieras dentadura.
- Después, coloca la lengua detrás de los dientes inferiores, pero no dejes que se toquen.
- Sopla a través de la lengua, y por encima del labio y la dentadura inferior, produciendo un silbido de lo más estridente.
Esta técnica requiere mucha práctica y ejercicio. Y recuerda: la lengua debe permanecer apaisada y en la zona baja de la boca.
¿Cómo silbar con los dedos?
Este silbido es el más simple y consiste en poner los labios como cuando vamos a dar un beso, separándolos todo lo posible de los dientes. Deja una pequeña abertura entre ellos y comienza a inhalar y exhalar aire practicando hasta controlar el sonido que se produce.
Claro que puedes ir un poco más lejos si ayudas a tus labios con las manos, escogiendo primero la pareja de dos que vas a incorporar. Normalmente se hace con los índices, pero no hay diferencia entre estos dedos y otros si sabes cómo posicionarlos.
Haz una forma de V invertida con los dedos y coloca la punta debajo de la lengua, justo detrás de los dientes. Cierra los labios y sopla. Automáticamente se generará un silbido que se oirá a decenas de metros de distancia, pero debes controlarlo y no quedarte sin aire.
¿Cómo silbar con la lengua?
Si ya dominas el silbido con los dedos debes pasar al silbido con la lengua, pegando los labios a los dientes como si no hubiera dentadura. Sin dejar que lengua y dientes se toquen, sopla a través de ella y por encima del labio y la dentadura inferior, para que surja el silbido.
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