¿Volverán a crecer las plantas en las zonas cubiertas ahora de lava tras la erupción del volcán de La Palma? Esta es la esperanza de muchos especialmente aquellas personas que no solo han perdido su casa sino también su modo de vida si tenemos en cuenta las explotaciones de plátanos que han quedado arrasadas. Por ello, parece que es la tierra volcánica la que podría salvar la situación y hacer que la zona ahora cubierta de lava no se acabe convirtiendo en el llamado «malpaís».
¿Cómo hacer que la lava se convierta en tierra volcánica fértil y evitar así el «malpaís»?
El «malpaís» hace referencia a toda zona o terreno árido y estéril que ha quedado completamente inservible debido a que la lava que lo ha cubierto se ha fragmentado en bloques. Una situación que se desea evitar en la zona de La Palma que se ha visto afectada (y sigue estándolo) tras la erupción del volcán en Cumbre Vieja hace ya más de una semana.
La situación es grave pero existe un halo de esperanza en forma de tierra volcánica que sí que es fértil dado que tiene humedad. Sin embargo importante es también quitar todo el material salido del volcán y saber depositar la tierra volcánica en los lugares adecuados.
Por el momento la situación sigue siendo peligrosa. Ayer parecía que el volcán remitía tras estar varias horas sin emitir lava, pero de nuevo retomó la actividad y los ríos de lava siguen bajando lentamente con vistas a que llegue al mar. Pero una vez termine todo y el terreno esté frío, se podría acelerar el proceso de recuperación para que la zona vuelva a ser fértil y se llene de plantas.
Para ello se deberán retirar todas las rocas y cascotes que ha «escupido» el volcán estos días. Un arduo trabajo que sin embargo revelará algo beneficioso: un suelo volcánico que se podría cubrir con tierra fértil de modo que a pesar de todo, sea propicio a que vuelvan a crecer las plantas. Además en dicho suelo se encuentran también piedras que mantienen la humedad y eso es algo muy beneficioso.
Surge entonces la duda de cómo acceder a la maquinaria para realizar ese trabajo y también qué se hará con las rocas que se vayan a retirar. Además también está por ver si por otro lado se decide hacer de esos terrenos cubiertos por lava una zona protegida y Parque Natural. En el caso de que no sea así, sí que podría haber posibilidad de que los terrenos se replanten de nuevo.
¿Y los terrenos con ceniza?
En este caso la labor es más sencilla si bien la propia ceniza ya actúa como abono, aunque para ello tan solo es necesaria una capa fina y no metros de ceniza. Por otro lado, las dudas son las mismas que con la roca volcánica. Es decir, saber qué se va a hacer con la ceniza sobrante y el hecho de que la zona sea declarada protegida o no.
¿Y los terrenos con piroclastos?
Aquellas zonas que se han cubierto de piroclastos, piedras de tamaño pequeño como la grava que han sido expulsadas del volcán, pueden ver como de nuevo crece la vegetación, de manera que podrían ser una opción para volver a cultivar además de actuar como protector una capa fina de “gravilla”.
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