Las almohadas son algo que todos utilizamos en nuestra vida diaria, y actualmente las podemos encontrar de muchos tipos en el mercado: de látex, viscoelásticas, cervicales… El origen de las primeras almohadas data de hace varios miles de años en la Antigua Mesopotamia y en el Antiguo Egipto.
¿Cómo surgieron?
En la Antigua Mesopotamia, en el año 7000 a.C, se fabricaban en piedra. Eran muy incómodas, aunque realmente su propósito no era ofrecer confort a los ciudadanos. Las almohadas se empezaron a hacer para que los más ricos pudieran elevar su cabeza del suelo cuando dormían, y así evitar que los insectos no entraran en su boca y pídos.
Se han hallado almohadas en las tumbas de los faraones, pero, como resulta lógico, eran muy diferentes a las de hoy en día. En concreto, los cuerpos de los faraones descansaban en almohadas de madera sólida tallada con imágenes de los dioses. Se colocaban debajo de las cabezas de los difuntos para ahuyentar a los malos espíritus.
Evolución en la historia
En la Antigua Grecia y la Antigua Roma se empezaron a fabricar las almohadas en paja y plumas. Eran muchísimo más blandas, pero sólo estabn al alcance de las clases más privilegiadas.
No fue hasta el siglo XIX, con el inicio de la Revolución Industrial, cuando las almohadas se convirtieron algo común en los hogares. Gracias al avance de la tecnología, se empezaron a producir en masa y su precio bajó considerablemente.
Curiosidades de las almohadas
Todos hemos participado alguna vez en una pelea de almohadas, ya sea con amigos o con familia. En 2015, en la Academia Militar de West Point (Estados Unidos), para celebrar el fin de curso, los militares participaron en una gran pelea de almohadas. La situación se fue de las manos, hasta el punto de que al menos 30 terminaron heridos, algunos con fracturas.
Según diferentes estudios, con el paso de los años, la almohada va aumentando de peso por una razón muy sencilla: los fluidos corporales se filtran en cada capa del tejido. Con el paso del año, podría llegar a acumular muchas dosis de células de la piel, sudor, saliva y ácaros.
Como puedes comprobar, hay muchas curiosidades en torno a las almohadas que es interesante conocer. ¿Puedes creerte que las primeras fueran de piedra?
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