Israel planea empezar a usar un nuevo sistema de defensa después de décadas de investigación y expermentación. Se trata del Iron Beam, un arma láser que fue probada con éxito en el desierto del sur de Israel y que es capaz de interceptar cohetes, proyectiles de mortero, drones y misiles antitanque en vuelo.
La intención del gobierno israelí es rodear sus fronteras con un un “muro láser”. Sin embargo, los expertos advierten que aún faltan varios años para que este sistema de defensa esté plenamente operativo.
En principio el sistema tiene como objetivo complementar otros elementos del arsenal de defensa aérea de Israel, incluido el Iron Dome, el conocido sistema de intercepción de misiles de corto alcance, así como misiles de mediano y mediano alcance. Mientras esos sistemas disparan pequeños misiles guiados para interceptar los proyectiles entrantes, la nueva arma envía rayos láser en un punto particular del proyectil, calentándolo hasta el punto de destrucción.
El Beam utilizará un “rayo láser de alta energía dirigido” para eliminar objetivos hostiles con un alcance de hasta 7 km. Las Fuerzas de Defensa de Israel pretenden desarrollar el láser con 100 kilovatios de potencia, lo que permitirá al sistema detectar drones hasta un alcance máximo de 20 km.
El general de brigada Yaniv Rotem, jefe del equipo de investigación y desarrollo del Ministerio de Defensa, dijo que durante las pruebas de fuego real en marzo, las amenazas entrantes se interceptaron segundos después de la detección, no minutos, como en pruebas anteriores, y en un rango de hasta 10 kilómetros.
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