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Cómo hacer pasta fresca casera sin la ayuda de una máquina

Si eres aficionado a la pasta seguro que preferirás tomarla fresca y mucho más cuando es completamente casera, pero si no se tiene un robot de cocina y además una máquina para cortar la pasta, puede que creas que es todo demasiado complicado, cuando en realidad hacer pasta en casa es muy fácil y cortarla es también de lo más sencillo.

Cómo hacer pasta fresca casera sin máquina

Aunque hoy en día parece ser indispensable tener máquinas de cocina como los robots, las panificadoras o las licuadoras, lo cierto es que en el pasado se cocinaba sin tanta tecnología y la comida estaba igual de buena o incluso mejor que ahora. En el caso concreto de la pasta, es fácil encontrarla fresa si nos vamos a las neveras del supermercado, pero ¿por qué no probar a hacerla en casa? No importa si no tienes el mencionado robot de cocina dado que la masa de harina la puedes hacer con tus propias manos. 

Tampoco importará que no tengas una máquina para cortar la pasta, si bien con un simple cuchillo y el truco que te contamos, lograrás hacer masa para pasta completamente fresca y casera y además, cortarla cómo más te guste. Veamos entonces cómo hacerla paso a paso.

  1. Los pasos te pueden parecer algo laboriosos, pero cuando te acostumbres verás como en cuestión de minutos es posible que tengas tu masa de pasta fresca hecha y además cortada para hervir. Lo primero que tienes que hacer con un rodillo, harina y un cuchillo y también un ingrediente «secreto» que no es otro que la sémola de trigo que aportará mayor sabor y consistencia a tu pasta casera.
  2. Una vez lo tengas todo, debes comenzar a hacer la masa. Necesitamos que sea elástica y manejable, así que recuerda, tendrás que agregar un huevo por cada 100 g de harina o de hecho, puedes combinar la harina con la mencionada sémola de trigo duro. Comienza con una dosis ligeramente más baja que la requerida por la receta para que puedas evaluar gradualmente cualquier adición.
  3. Lo que debes hacer entonces es echar la harina en tu encimera y romper los huevos en el centro para que los vayas incorporando poco a poco. Recoge la harina en el centro y empieza a amasar suavemente hasta que se hayan integrado los huevos por completo.
  4. Trabaja la masa con las manos y extiéndela entre la muñeca y las yemas de los dedos para que puedas componer una bonita masa uniforme, suave y elástica. Remueve la masa sobre la encimera para que quede suave.
  5. Mientras haces la masa, uno de los trucos que debes saber es que existe un tiempo recomendado para amasar que corresponde a un mínimo de 10 minutos gracias a movimientos constantes y repetitivos para que puedas extender tu masa sin ninguna dificultad y conseguir la mejor textura de todas.
  6. Por otro lado, no olvides que la masa tendrá que reposar media hora para que todos los ingredientes que la componen tengan la oportunidad de unirse, contribuyendo a la elasticidad de la masa. Envuelve la masa en film transparente y déjela reposar en un lugar fresco y seco.
  7. Pasado el tiempo de reposo, es el momento de enharinar tanto la superficie de trabajo como la masa, pero no empieces con el rodillo , podrías correr el riesgo de que los trozos de masa se peguen.
  8. Lo que debes hacer entonces es extender la masa con movimientos de abajo hacia arriba o en diagonal, y sin parar de amasar en ningún momento. Cuando la masa se haya diluido correctamente se puede espolvorear con más harina para acabar de darle la consistencia deseada. De hecho, en el momento en que empieces a ver una transparencia de la superficie de la pasta, esta estará lista.
  9. Ahora solo tienes que cortar la masa creada en varias partes para de este modo poder extender cada parte completamente con el rodillo. Una vez extendida, tienes que plegar la masa con varias vueltas y así podrás cortar con el cuchillo en varios trozos, que una vez desenvueltos y dependiendo del espacio que hayas dejado entre corte y corte, pueden ser espaguetis (más finos) o fetuccini (más gruesos).

¿Cómo conservar la pasta fresca?

Por último, nos gustaría comentarte de qué modo puedes conservar esa pasta fresca recién hecha ya que puede que hagas demasiada para las cantidades que pensaste (recuerda debes echar al menos un huevo por cada 200 gramos de harina) y no desees cocinarla en el momento. Lo que debes hacer es dejar que la pasta se seque antes de guardarla en la nevera. Deja que pase una hora desde que la hiciste y entonces la guardas cortada en un táper o también te puede servir una bolsa hermética (como las bolsas con zip). La metes en la nevera y la podrás conservar durante al menos tres días.


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