Si tienes la costumbre de maquillarte con brocha, es esencial que laves estas de vez en cuando y para ello tienes a tu disposición productos de limpieza y también desinfectantes que han surgido en los últimos años, de las más variadas marcas de cosmética, pero si no deseas gastar dinero en uno de estos productos o sencillamente no encuentras uno que te convenza, nada como seguir los pasos que ahora te ofrecemos para que sepas cómo hacer un limpiador casero de pinceles y brochas.
La importancia de lavar las brochas de maquillaje
El maquillaje es sin duda una de las pasiones compartidas por muchas mujeres pero también es una actividad diaria que debe realizarse de forma segura , sobre todo en lo que respecta a la higiene y más ahora que vivimos en pandemia. Las brochas son una herramienta fundamental para crear un bonito maquillaje de ojos pero también de un rostro y para ello hay que elegirlas con cuidado, pero sobre todo debemos procurar que su mantenimiento sea óptimo.
Pero no solo es importante lavar las brochas de maquillaje por un tema de higiene, sino también para que estas no acaben siendo una mezcla de varias bases, si sueles ir cambiando de base en función del día, de cómo esté tu piel, o porque sencillamente te gusta ponerte una base distinta cada día.
Además, si limpias a menudo la brocha, conseguirás que esta se mantenga en perfecto estado y te dure más tiempo. Dejarla sucia o con restos de maquillaje, provocará que el pelo de la brocha se vaya debilitando e incluso notarás como se va perdiendo.
La importancia de la higiene para nuestra salud
Volvamos sin embargo al primer punto ya que nos parece de especial relevancia, resaltar que debido a una mala higiene de las brochas, es posible incluso que pongáis en peligro vuestra salud, dado que maquillarse con brochas que estén sucias sin duda podría provocar infecciones bacterianas e incluso provocar que nuestra piel empeore si tenemos problemas de acné o una piel grasa.
Las brochas , por tanto, especialmente los que se utilizan a diario, deben lavarse con cuidado y protegerse siempre. De hecho son una herramienta con la que se aplican los productos de maquillaje de ojos y rostro que podrían llevar bacterias en nuestra piel o peor en nuestros ojos.
¿Qué hacer para garantizar un uso seguro de los cepillos? Lávalas con frecuencia y déjalas secar adecuadamente. También será una buena costumbre comprar dos brochas del mismo tipo en cuanto al maquillaje básico , el que hacemos todos los días. Por ejemplo, la brocha de base, la brocha para polvos, las de aplicación del rubor, las de contorno y la aplicación del iluminador. De esta forma, se pueden lavar cada vez que se usan, teniendo tiempo de secarlos entre cada uso.
¿Cómo lavar las brochas y pinceles?
Las brochas se pueden lavar con un producto específico, que ya hemos dicho que se puede encontrar fácilmente a la venta, pero también con un jabón neutro, un champú suave o también con un jabón vegetal, para un resultado perfecto.
Las brochas se enjabonarán y enjuagarán varias veces hasta eliminar cualquier resto de pigmento.
¿Cómo secar las brochas y pinceles?
Después de lavar los pinceles, será imprescindible ponerlos a secar correctamente. ¡Los pinceles nunca deben secarse verticalmente, colocados en un vaso! Esto se debe a que de esta forma, el exceso de agua se depositará dentro del cuerpo del cepillo creando una carga bacteriana.
Los pinceles deben colocarse para que se sequen en posición horizontal, posiblemente sobre una tela o papel que pueda absorber el exceso de agua. De esta forma se secarán antes y con total seguridad e higiene.
Cómo hacer un limpiador casero de pinceles y brochas
Y llegamos ahora a de qué modo podéis hacer un limpiador casero para vuestras brochas de maquillaje así como para los pinceles de ojos o también, de labios.
Primero de todo vas a necesitar un pequeño cuenco o un tarro, y además necesitarás también una pastilla de jabón neutro y además agua hirviendo.
Lo que debes hacer para preparar este limpiador casero para las brochas, es cortar el jabón en trozos muy pequeños (dependiendo del tarro, es posible que nos se requiera utilizar toda la pastilla) y vas llenando hasta llegar casi al borde del tarro.
Una vez has llenado el tarro con los trozos de jabón, debes calentar agua y la echas dentro del tarro (con cuidado de no quemarte). A continuación, dejas que el tarro se enfríe y una vez esté a temperatura ambiente, lo metes entonces en la nevera y lo dejas toda la noche.
Al día siguiente sacas el tarro de la nevera y ya tendrás un limpiador excelente para tus brochas y pinceles. Para hace la prueba tan solo debes coger una brocha sucia, la mojas y la pasas por el jabón dentro del tarro, apretando para que salga toda la suciedad.
Puede que te preguntes si no es esto lo mismo que coger las brochas y lavarlas con jabón bajo el grifo, pero lo cierto es que es mucho más eficaz y no tendrás que gastar tanta agua. Además, al poder apoyar la brocha sobre el jabón del tarro conseguirás que el maquillaje se quede en este y no en la brocha. Luego con un poco de agua o simplemente quitando la parte de jabón que se ha ensuciado podrás seguir usando este sencillo limpiador.