La limpieza facial en casa es una de las rutinas más importantes para lucir un rostro radiante. No importa que tengas las mejores cremas del mercado, si antes no preparas la piel para su aplicación. No, no se trata simplemente de lavarte la cara con agua por la mañana y por la noche. Así no eliminas los contaminantes que se acumulan en la piel, el sebo ni el maquillaje ya que este tipo de sustancias no son solubles en agua.
¿La rutina de limpieza facial en casa es necesaria aunque no te maquilles? Por supuesto que sí. A lo largo del día se acumulan restos de sebo, polución y sudor que crean una especie de «barrera» en la piel, la cual impide que los activos de las cremas que te vas a aplicar a continuación se absorban.
Limpieza
El primer paso consiste en utilizar un limpiador de base oleosa para arrastrar toda la suciedad. A continuación, usa un limpiador en gel, de base acuosa, para eliminar las impurezas y dejar los poros bien limpios. Por supuesto, los productos deben ser específicos para el rostro.
Secado
Es esencial secar muy bien la piel de la cara, sin arrastrar. La forma correcta de hacerlo es con una toalla de algodón limpia, a toquecitos. Tómate unos minutos para este paso, posando la toalla en todos los rincones del rostro.
Tónico
Y, por último, la aplicación del tónico para restaurar los niveles de pH de la piel. Hay quienes creen que un tónico es un limpiador, pero realmente no es así. Prepara el cutis para recibir los tratamientos que vas a aplicar a continuación, como la crema o el sérum.