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Cómo las fotos de redes sociales pueden ayudar a llevar a Putin ante La Haya

Cómo las fotos de redes sociales pueden ayudar a llevar a Putin ante La Haya

TikTok, Telegram y Twitter, entre otras redes sociales, se han convertido en los testigos incómodos para el régimen de Putin. A través de las publicaciones que aparecen en ellas, ciudadanos de cualquier parte del mundo pueden saber lo que está ocurriendo en Ucrania y las dimensiones de la masacre humana. En el vídeo que acompaña esta noticia se analiza cómo pueden utilizarse las imágenes de la vida cotidiana que se difunden en estas plataformas para verificar vídeos y fotografías de la guerra, así como las posibilidades que hay de que estas puedan ser utilizadas como evidencias en juicio contra Putin y su ejército.

La inmensa mayoría de este contenido audiovisual lo crean personas que hace unos días utilizaban sus cámaras para hacerse ‘selfies’ durante sus vacaciones o compartir lo que habían cenado la noche anterior. Ahora, encienden su cámara para grabar el paso de un convoy ruso por su ciudad o para enseñar la explosión que ha provocado una bomba cerca de su casa.

Tal y como se cuenta en el vídeo, esas imágenes llevan semanas difundiéndose a toda velocidad por redes sociales. Los verificadores se encargan de contrastarlas y situarlas en un lugar y tiempo. Hay proyectos, como el de Bellingcat, una página web de investigación, que ha creado una base de datos para preservar y archivar los vídeos y fotografías verificadas de la guerra por si un día pueden servir como evidencias de la comisión de crímenes de guerra o de lesa humanidad.

¿Se pueden aceptar realmente como prueba estas imágenes? ¿Qué recorrido judicial pueden tener? ¿Llegaremos a ver realmente algún día a Vladímir Putin en el banquillo de los acusados de la Corte Penal Internacional en La Haya? En este vídeo se resuelven estas y otras preguntas relacionadas con la verificación.

CRÉDITOS

Redacción y verificación Marisa López González y Brenda Valverde

Edición Luis Manuel Rivas, Álvaro Rodríguez de la Rúa y Olivia López Bueno

Grafismo Eduardo Ortiz y Julia Jiménez

Imagen Saúl Ruiz Mata


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