Cuando se trata de moho, los refrigeradores son imanes debido al ambiente oscuro, húmedo y lleno de azúcar. Los alimentos y los líquidos se derraman, las sobras se pierden en la parte de atrás y los condimentos parecen caducar mucho más rápido de lo esperado, dejando un excelente caldo de cultivo para el moho. El moho negro normalmente se nota por primera vez alrededor de las juntas de las puertas o en las guías de extracción de los cajones y puede reproducirse extremadamente rápido. Afortunadamente, limpiar el moho es una tarea fácil, especialmente en los plásticos de los refrigeradores más nuevos.
Paso 1: ubicar todo el molde
A menudo, el moho visible es solo la punta del iceberg. Retire por completo todo el contenido del frigorífico, incluidos todos los cajones y estantes. Puede ser sorprendente la cantidad de desechos o derrames que pueden permanecer debajo de los cajones o en la pared trasera detrás de los estantes.
Paso 2: limpiar los estantes y los cajones
Los estantes y cajones deben limpiarse con jabón para platos estándar para quitar cualquier alimento o residuo pegajoso. Una vez que los estantes estén limpios, rocíelos con una solución de una parte de lejía doméstica por una parte de agua. Deje que el spray de lejía se asiente durante 10 a 15 minutos antes de limpiarlo. Preste especial atención a los rieles del cajón que se asientan en los rieles de guía. Invierta los cajones y asegúrese de que las pistas estén empapadas en lejía. Los hisopos de algodón pueden ayudar a limpiar la lejía. La lejía mata el moho y las esporas que aún puedan permanecer. Esto evitará la propagación futura. Cuando haya terminado, enjuague con agua fría y déjelo secar.
Paso 3: limpie el interior
Trabajando de atrás hacia adelante, rocíe la solución de lejía en las paredes interiores del refrigerador, dejándola reposar durante 10 minutos antes de enjuagarla con agua fría y secarla completamente. Comience en la pared posterior y una vez que esté seca, muévase hacia las paredes y, por último, concéntrese en el lavabo del cajón.
Paso 4: limpie las guías y rieles del cajón
Rocíe las guías de los cajones con la solución de lejía y déjela reposar durante 10 minutos. Límpielos con los hisopos de algodón para eliminar todo el moho. Asegúrese de permitir que se seque por completo antes de reemplazarlos, ya que el moho se nutre de la humedad.
Paso 5: limpiar las juntas
Las juntas no se pueden limpiar con lejía porque daña el sello de goma. En su lugar, combine una parte de vinagre blanco con una parte de agua dentro de la otra botella rociadora. Rocíe las juntas en la puerta del refrigerador y déjelas reposar durante cinco minutos antes de limpiarlas. Frótelos con un cepillo de dientes viejo para eliminar la suciedad en los lugares difíciles de alcanzar. Sature un hisopo de algodón con vinagre y presiónelo también en los pliegues de la junta. Pase el hisopo de algodón por los pliegues internos para asegurarse de que las juntas interiores estén limpias. Enjuague con agua fría. Recuerde, el moho se genera por la humedad, así que asegúrese de secarlo bien para evitar que crezcan más esporas.