Hoy damos la bienvenida al horario de verano, uno de los momentos más importantes de todo el año. Adaptarse al cambio de hora 2021 no es una tarea sencilla, así que conviene tener en cuenta una serie de consejos prácticos para llevarlo lo mejor posible.
Alimentación
Para cualquier tipo de cambio en la vida la alimentación juega un papel esencial. La apatía y el cansancio son algo habitual con el cambio de hora 2021, y esto es justo lo que debemos evitar. Nuestro organismo tiene que adaptarse, y tenemos que darle los nutrientes que necesita para que funcione correctamente. La dieta mediterránea es la más saludable, basada en el consumo de frutas y verduras.
Por supuesto, no hay que dejar de lado la hidratación. Lo recomendable es beber dos litros diarios de agua, y podemos completementarlos con infusiones y bebidas naturales.
Descanso
Lograr una buena higiene del sueño es esencial para tener una buena salud tanto física como mental en esta época del año. Si tenemos dificultades para dormir, podemos probar con un ritual antes de acostarnos: tomar un baño caliente con música relajante, beber una infusión e irnos a la cama.
El ambiente del dormitorio tiene que ser relajante, y para ello es necesario que la cama sea cómoda, la habitación tranquila y la temperatura la adecuada.
Siesta
¿Cuánto tiene que durar una siesta? Esta es una pregunta que todos nos hemos planteado alguna vez. Lo primero a tener en cuenta es que la siesta es parte del ritmo circadiano para el organismo. Un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Haifa (Israel) indica que una buena siesta es la que dura 20 minutos. Así conseguimos mejorar la memoria el estado de ánimo.
Ejercicio
El ejercicio también es esencial para adaptarse al cambio de hora 2021. Hay multitud de actividades disponibles, para todos los gustos: zumba, spinning, pilates, yoga… Más allá de los beneficios a nivel físico, reduce el estrés, aumenta la autoestima e incrementa el bienestar general.
Por último, queremos señalar cuáles son los síntomas más comunes del desequilibrio causado por el cambio de hora: somnolencia, apatía, cansancio, dolor de cabeza, irritabilidad y falta de apetito. Son las personas mayores y los niños los que más sufren con los cambios en su rutina porque les resulta más complicado conciliar el sueño.
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