Y si no puedes hacer eso: cómo aprovechar al máximo las introducciones frías
De acuerdo, ha creado una lista completa de inversores con los que desea hablar. Ahora, ¿cómo diablos los conoces?
Un número cada vez más pequeño de inversores considerará cualquier propuesta: GoAhead Ventures es una de esas empresas. Sin embargo, para la mayoría de los capitalistas de riesgo, deberá poner el pie en la puerta para que lo escuchen.
Muchos inversionistas prefieren e insisten en presentaciones cálidas. LinkedIn puede ser una herramienta poderosa para investigar aquí: consulte la página de LinkedIn de su empresa objetivo, luego haga clic en “Personas”. Aquí, verá sus conexiones de primer y segundo grado con todos en la firma. Si tiene una conexión de primer grado, eso podría significar que lo conoció y lo recordará, o que de alguna manera llamó su atención y ahora tiene el potencial de comunicarse con ellos a través de un mensaje, publicación o correo electrónico. Si no, es hora de explotar esas conexiones de segundo grado.
Una conexión de segundo grado es cuando tú y el inversor con el que quieres hablar tienen alguien en común. Si esa persona está en una de las empresas de la cartera de la compañía, ha dado en el clavo: los inversores tienden a preferir las presentaciones de personas a las que ya han respaldado una vez. Si hace una pausa y piensa en eso durante más de 20 segundos, se dará cuenta de que es problemático, pero estamos aquí para ponerlo frente a un inversor, no para resolver ese problema en particular.
En el resto de este artículo, discutiremos el arte de la introducción cálida y cómo tomar el asunto en tus propias manos con un alcance frío si es necesario.
Cómo preparar una presentación cálida
Una vez que haya identificado quién puede presentarlo, hágalo lo más fácil posible para ellos. Comuníquese con su conocido mutuo y pregúntele qué tan fuerte es su conexión con el inversionista. En este punto, no es una mala idea preguntar si hay otros inversores con los que debería hablar.
Involucre a esta persona y pregúntele cortésmente si podría presentarle al inversionista al que se dirige o a alguien más que podría ser adecuado. Una vez que esta persona acepte presentarte, bríndale la siguiente información:
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