los sanguijuela sobrevive chupando la sangre de los animales. Se adhieren a usted tan rápido como cualquier otro animal debido a su abundante cantidad de sangre. Saber cómo eliminar una sanguijuela de la piel ayudará a evitar infecciones.
Paso 1 – Evite ser mordido
En general, el hogar de las sanguijuelas está en el agua. Para evitar ser atacado por sanguijuelas, simplemente puede evitar entrar en aguas que puedan contener sanguijuelas. En ciertas partes del mundo, las sanguijuelas están basadas en tierra y aún te atacarán si te quedas fuera del agua. Es importante que use mangas largas y siempre mantenga repelente de insectos en su piel y en su ropa. Esto le ayudará a evitar ser mordido en primer lugar, pero no garantiza que no será atacado. Para evitar que el repelente desaparezca, vuelva a aplicar cada hora.
Paso 2 – No entre en pánico
Las mordeduras de sanguijuelas no son motivo de preocupación, ya que las sanguijuelas generalmente no transmiten enfermedades. El mayor peligro en el que puedes estar con una sanguijuela es si pierdes la calma y tratas de hacer algo como sacarlos de tu cuerpo rápidamente o intentar quemarlos con un cigarrillo. Si bien la sanguijuela puede desprenderse cuando se presiona con un cigarrillo, la temperatura brusca repentina hará que la sanguijuela regurgite. Esto introducirá material en su sangre que puede envenenarlo y causar que se enferme. Lo peor que se ve con una mordedura de sanguijuela es una herida que sangra profusamente. Esto se debe a que la sanguijuela usa un anticoagulante en la herida que crea para poder alimentarse hasta que esté llena y se caiga.
Paso 3: trabaje con rapidez
Si siente que necesita quitarse la sanguijuela, agárrelo con fuerza entre dos dedos cerca del succionador oral. Este se encuentra en el extremo estrecho de la sanguijuela. Asegúrate de no agarrarte del centro de la sanguijuela, ya que podrías reventarla. Con el dedo, tire suavemente hacia arriba para exponer la ventosa en la herida. Use la otra uña para quitar la ventosa empujando hacia los lados. Una vez que se quita el succionador oral, mueva rápidamente hacia los lados en la parte posterior de la sanguijuela para evitar que se vuelva a unir. Tan pronto como lo retire de su piel, tírelo lo más lejos que pueda para evitar que vuelva a usted.
Paso 4 – Trate la herida
Debido a que la herida sangra mucho, es una buena idea tratar la herida con un coágulo de sangre y cubrirla con una tirita. Es posible que deba cambiar la tirita con frecuencia porque la herida seguirá sangrando incluso después de que desaparezca la sanguijuela. Use ungüento antibacteriano para prevenir cualquier infección.