El monóxido de carbono es un gas mortal que se puede generar en su propia casa sin su conocimiento. Es inodoro, incoloro e insípido, lo que hace que sea muy difícil de detectar. Los aparatos como calentadores de espacio, estufas de gas, hornos, calentadores y refrigeradores pueden emitir CO si no están bien ventilados. Una fuga de gas también puede ser una causa importante de emisión de monóxido de carbono. Aunque los detectores de monóxido de carbono son estándar en la mayoría de los hogares hoy en día, es importante reconocer cualquier signo y síntoma de fugas de CO en caso de que su detector tenga problemas. Lo siguiente le proporcionará una guía de lo que necesita saber.
Paso 1: inspeccionar las áreas de alto riesgo
Debido a la naturaleza del monóxido de carbono, es muy difícil de detectar. Puede dar el primer paso buscando algunos de los factores que conducen a la emisión de CO. Asegúrese de que todos los electrodomésticos de su hogar estén bien ventilados. El uso de electrodomésticos en un espacio cerrado puede generar emisiones peligrosas. Un automóvil en ralentí, por ejemplo, puede llenar su garaje con monóxido de carbono, que puede extenderse rápidamente a su hogar.
Paso 2: examinar los síntomas
Las personas afectadas por el CO generalmente presentan síntomas similares a los de la gripe o indigestión, dolor de cabeza, náuseas y mareos. Ésta es otra razón por la que la mayoría de la gente no se relaciona con el monóxido de carbono. Si todos los miembros del hogar tienen síntomas similares y se sienten mejor cuando están fuera de casa, esto podría ser una indicación de monóxido de carbono en el interior. Busque otras señales en su hogar que puedan indicar factores de riesgo.
Paso 3: mire alrededor de su casa
Existen algunos indicadores confiables que deben llamar su atención sobre la presencia de monóxido de carbono. Un olor rancio y congestionado en una casa limpia es una señal de advertencia. Si nota un olor a quemado, esto también es una señal de alerta. Es posible que el olor no provenga del monóxido de carbono en sí, sino de otros gases tóxicos emitidos por equipos defectuosos. La humedad excesiva en ventanas y paredes, especialmente si están cerca de un aparato que quema combustible, también es un indicador. Sin embargo, la condensación también podría ser el resultado de una humedad excesiva en su hogar, por lo que debe descartar otras posibilidades antes de poder concluir que se trata de una fuga de monóxido de carbono.
Si tiene una luz piloto en su estufa de gas, observe si hay inconsistencias. Si se apaga continuamente, podría estar funcionando mal y emitiendo monóxido de carbono. Si las llamas y la luz piloto de su estufa de gas son siempre azules y se vuelven amarillas, haga que la revisen. Esté alerta y atento al olor a gas natural cuando encienda un aparato que queme combustible. Si hay una acumulación de hollín o polvo similar a la tiza en la chimenea o el respiradero de la chimenea, consiga un profesional para que lo limpie.
Paso 4 – Medidas correctivas
Si ve cualquiera de las señales de advertencia anteriores y si los miembros de su hogar se sienten mal, busque atención médica de inmediato. Un análisis de sangre confirmará o anulará la presencia de monóxido de carbono en su cuerpo. Además, consulte a su proveedor de combustible para una inspección de los electrodomésticos en su hogar. Esto le ayudará a detectar cualquier fuga o que se haya instalado incorrectamente.