Parece que la lavadora es uno de los electrodomésticos más sencillos de utilizar, pero si no tenemos en cuenta algunos consejos puede que la ropa no salga tan limpia como nos gustaría. Por suerte, siguiendo una serie de recomendaciones muy simples, podemos sacar el máximo rendimiento de la lavadora y conseguir que la ropa quede reluciente.
Las claves para sacar la ropa más limpia de la lavadora
Leer las instrucciones del fabricante es algo que no siempre hacemos, y es un gran error. Y es que, la etiqueta nos dice todo lo que necesitamos saber para lavar la prenda como es debido: tipo de tejido, temperatura máxima recomendada… Este es el primer paso que debemos dar para evitar que la ropa sufra daños durante el lavado.
A la hora de separar la ropa, normalmente solemos hacerlo por colores, pero también tenemos que hacerlo por tejidos. No es una buena idea mezclar el algodón y la mezclilla, por ejemplo. Para mantener la ropa en perfecto estado y alargar su vida útil, es esencial poner varias lavadoras, separando las prendas por colores y tejidos.
Aunque siempre queremos aprovechar al máximo la capacidad de la lavadora, no es una buena opción llenar hasta arriba el tambor si queremos que la ropa salga limpia. Tenemos que dejar espacio a las prendas para que puedan moverse por el tambor.
Es recomendable añadir unas cucharadas de bicarbonato de sodio al ciclo de lavado. Tiene propiedades blanqueadoras y ayuda a eliminar los malos olores. Además, a diferencia de lo que ocurre con el cloro, con el bicarbonato no corremos el riesgo de que la ropa se decolore.
Limpiar la lavadora
A todo esto hay que sumar la importancia de mantener la lavadora en buenas condiciones para que el ciclo de lavado sea mucho más eficaz.
Existen diferentes remedios caseros que resultan muy útiles para limpiar la lavadora. Uno de los que mejor funcionan consiste en verter la mitad de una botella de vinagre blanco en el compartimento del detergente y poner un programa de lavado a 60 grados.
Para limpiar y desinfectar la lavadora, necesitamos un blanqueador con cloro, que podemos encontrar en cualquier supermercado. Lo agregamos en el tambor, elegimos el programa con la mayor temperatura.
Una vez haya finalizado, mezclamos 1/4 de taza de cloro y un litro de agua. Humedecemos un trapo en la mezcla y lo pasamos por las zonas sucias. Y, por último, programamos un ciclo de centrifugado para eliminar los restos del blanqueador con cloro.
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